El triunfo logrado por el Partido Popular de Cantabria en las elecciones autonómicas celebradas el pasado 22 de mayo se puede considerar como algo histórico en la vida política cántabra. Nunca antes, con 39 diputados en el Parlamento, partido alguno había logrado la mayoría absoluta. Se trata por tanto de un hecho sin precedentes que pone de manifiesto las ansias de cambio de la ciudadanía cántabra. El cambio ha triunfado porque la gente así lo ha querido y nosotros nos debemos a esa voluntad de los ciudadanos de Cantabria. Quieren cambio y las cosas van a cambiar.
Ahora toca gestionar esta victoria conformando un equipo de gobierno más pequeño, austero y transparente que responda a los principios que los cántabros han votado, sin caer en tentaciones partidistas ni fallar a las grandes esperanzas que se han puesto en el Partido Popular de Cantabria. Gestionar la victoria significa, sobre todo, ejercer el sentido de la responsabilidad. El trabajo será inmenso, pero confío en el apoyo de todos para sacarlo adelante desde la base del "empleo y buen gobierno" que es el título de nuestro programa electoral.
Cantabria entra en una nueva etapa que debe ser otra forma de hacer política, una nueva política de integridad, diálogo, transparencia y eficacia en la gestión que generen la confianza necesaria en los inversores con el fin de acelerar nuestra recuperación económica. Porque el progreso y el empleo sólo pueden venir de fuertes inversiones de capitales y de ahí que debamos establecer los mecanismos adecuados para conseguirlo.
El futuro de Cantabria pasa por los emprendedores, por los empresarios, por la iniciativa privada. Es la iniciativa privada la que podrá colocar nuestra región a la cabeza de España en calidad de vida y modernidad productiva. Y por tanto el primer deber de una política de recuperación rápida es garantizar su desarrollo jurídico y administrativo.
¿Esto quiere decir que lo público no tiene ningún papel inversor? Todo lo contrario: la importancia de lo público sigue siendo estratégica, y es que se va a concentrar en los servicios esenciales de modernidad y cohesión social, y que se va a concentrar en aclarar las reglas del juego para que los emprendedores puedan crear riqueza. Es decir, lo público tiene que concentrarse en una buena educación, una buena sanidad, una buena atención a las personas dependientes.
Los cántabros han apostado por el cambio y lo han hecho de manera rotunda: un cambio que puede entenderse como el preludio de lo que todos los españoles desean. Otro cambio que no puede demorarse por más tiempo y en el que Mariano Rajoy será el principal protagonista con el apoyo de todos, incluidos los cántabros.
España necesita un Gobierno fuerte, con un proyecto claro, y con la determinación para llevarlo a cabo. Eso es algo que solo puede ofrecer el Partido Popular, y los ciudadanos así lo entienden. Entonces Cantabria volverá a contar con el apoyo del Estado, porque el compromiso de Mariano Rajoy con Cantabria está fuera de toda duda.