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MATRIMONIO Y FAMILIA NEGRA

¿Tiene futuro la Historia Negra?

Para muchos, el mes de la historia negra es la celebración del progresos de los negros norteamericanos desde los años 50. Pero dos aspectos de la historia negra previa a la época de la lucha por los derechos civiles ­–hombres fuertes y familias fuertes– tienen que ser recobrados si queremos que exista en el futuro historia negra alguna.

Para muchos, el mes de la historia negra es la celebración del progresos de los negros norteamericanos desde los años 50. Pero dos aspectos de la historia negra previa a la época de la lucha por los derechos civiles ­–hombres fuertes y familias fuertes– tienen que ser recobrados si queremos que exista en el futuro historia negra alguna.
Anthony Bradley, el autor de este artículo
La crisis actual de la masculinidad, el matrimonio, la familia, la educación y la formación moral entre muchos negros demanda atención inmediata antes de que más generaciones se echen a perder.

Un enseñanza de la historia de la civilización humana es que el matrimonio y la familia sirven como pilares centrales de la sociedad civil. En la comunidad negra, como en buena parte de Norteamérica, la idea del matrimonio está muriendo. El último censo muestra que a la edad de 34 años, el 41,5% de los hombres negros permanece soltero frente al 24,9% de los asiáticos, el 28,2% de los hispanos y un 28,1% de blancos. Este hecho se contrapone al poco sorprendente hallazgo, informe del Instituto para los Valores Americanos, de que "el matrimonio claramente parece promover el bienestar económico, social, familiar y psicológico de los hombres y mujeres afroamericano".

La vida negra en Estados Unidos también está continuamente amenazada por el aborto y el SIDA. Vivimos en una época en que alrededor del 43% de todos los embarazos de madres negras terminan en aborto y, de acuerdo con el informe de febrero de 2006 del Instituto Negro del SIDA, de los 1.300.000 norteamericanos que viven con SIDA cerca de la mitad son negros. Tristemente, entre 2000 y 2003, los negros eran el 51% de todos los nuevos diagnósticos de HIV seguidos por los blancos con un 32% y los hispanos con 15%.

Trágicamente, hay más jóvenes negros que pasen por el sistema de justicia penal que por el sistema de educación superior norteamericano. En Baltimore, por ejemplo, el 52% de los jóvenes negros en su veintena están encarcelados, en libertad condicional o en libertad vigilada. ¿Imagina cómo sería Baltimore si ese 52% de los varones negros fueran universitarios o graduados universitarios?

Además, las Universidades y Facultades Históricamente Negras ahora educan principalmente a mujeres, aproximándose la ratio entre mujeres y hombres a 2:1. Las mujeres de la Universidad de Howard, por ejemplo, son el 64% de sus estudiantes; en Hampon es un 61%; En el A&M de Floridad un 57%.

En 1985, Leanne Payne escribió un provocativo libro llamado "Crisis in Masculinity" que puede aplicarse a los hombres negros hoy más que nunca. Son muchas las causas de esa crisis: los incentivos que los programas del estado del bienestar provocan y que favorecen las familias rotas y la irresponsabilidad; la influencia cada vez menor de la iglesia negra; el programa castrador del feminismo negro; y los añadidos de materialismo, consumismo, anti-intelectualismo e individualismo radical. La consecuencia es que es nos acercamos lentamente a la posibilidad de que el progreso se reduzca a las élites negras mientras el resto se queda fuera, esclavizado a la dependencia o la encarcelación.

Feminstas negras, como Bell Hooks en "We Real Cool: Black Men and Masculinity", continúan escupiendo el mito patético de que mucho del hombre negro es debido al "patriarcado capitalista, imperialista y partidario de la supremacía blanca". En la visión de Hook la verdadera masculinidad tiene poco que ver los hombres cabezas de familia. "No necesito un hombre" es el mantra feminista que crea el contexto en el que generaciones de jóvenes blancos carecen de padres, no van a la Iglesia, no son protegidos frente a los abusos y son abandonados para ser criados por la asistencia social.

Hooks no confía en la iglesia negra tradicional, lamenta las agresiones de los hombres y desdeñan el mercado libre (pese a que se ganan la vida en él, vendiendo libros y dando conferencias). Las soluciones a la presente crisis, sin embargo, comienzan precisamente en esas áreas que Hooks rechaza. Si los hombres negros volvieran a esa iglesia que ha servido de columna vertebral de los negros desde los tiempos de la esclavitud, y adoptaran la brillante y económicamente liberadora "Declaración de Capacitación Financiera", desarrollado por Black Enterprise Magazine, por ejemplo, podría cambiarse Norteamérica para siempre.

La agresividad caricaturizada de los hombres negros no es un problema a solucionar sino un poderosa característica si es dirigida a un buen destino. Donde los jóvenes negros son criados con amor para luchar con agresividad por lo que es verdadero, noble, puro y admirable, encontramos grandes matrimonies, familias estables, amor por el aprendizaje, educación moral, sabiduría económica y una plataforma de capacitación que catapultaría a la América Negra más allá del sueño de Martin Luther King.

Acton InstituteAnthony B. Bradley es investigador del Instituto Acton para el Estudio de la Religión y la Libertad en Grand Rapids, Michigan.
 
* Traducido por Miryam Lindberg del texto original en inglés.
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