EL CARDENAL SWIATEK, HÉROE EN EL GULAG SOVIÉTICO
Sólo se podía resistir con la fe
El pasado 15 de junio el Papa aceptó la renuncia del cardenal Kazimierz Swiatek, el último purpurado testigo del Gulag, memoria viviente de la Iglesia que padeció el martirio en la Unión Soviética. Desde 1991 era arzobispo de Minsk-Mohilev en Bielorrusia, el país que sufre la legislación más restrictiva en materia religiosa de toda Europa. Quizás por eso el Papa no ha querido dispensar a este gigante de la fe del duro trabajo de guiar a su pueblo hasta los 91 años.