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Iglesia

JUAN PABLO II

Una vida lograda

El hombre siempre tiene recuerdos de lo que le ha pasado y las cosas más importantes son las que dejan huella más profunda. El pontificado de Juan Pablo II es algo que nos ha acontecido a todos y, por ello, es un suceso biográfico personal de cada uno, al menos, lo es mío. Para mí, de todas las imágenes, la que más significativa me resulta es la de su llegada a Cuba. En el aeropuerto José Martí, lo esperaba Fidel Castro, trajeado y con corbata, y una tribuna para los discursos protocolarios, que en el caso de Juan Pablo II nunca lo eran, pues siempre eran testimonio de su fe.
El cuerpo de Juan Pablo II mientras era trasladado a la Basílica de San Pedro
JUAN PABLO II

Un Papa que no tuvo miedo a la libertad

¿Por qué los teólogos de la muerte de Dios son los de la muerte del Papa? ¿Por qué los que no han entendido la modernidad, y sus consecuencias, no entienden a Juan Pablo II? La elocuencia del testimonio, en la vida y en la muerte de Juan Pablo II, nos sigue sorprendiendo. Sólo existe el silencio de Dios para aquellos hacen oídos sordos a la locuacidad de los signos de los tiempos. La primera palabra de Dios es la palabra, y es una palabra de vida. Juan Pablo II, en los días posteriores a su óbito, continúa alentando el soplo de la vida en el pueblo cristiano y en la humanidad. Ahí está la respuesta en los medios de comunicación de todo el mundo.