Uno de los actos más multitudinarios de la Jornada Mundial de la Juventud fue la vigilia del sábado 19 de julio, un encuentro de testimonios, música y oración en el que Benedicto XVI invitó a 235 mil jóvenes a abrirse "a la fuerza del amor de Dios" para transformar el mundo. Sus palabras se convirtieron en una catequesis de presentación de la fuerza transformadora del Espíritu Santo:
"Madurad vuestra fe a través de vuestros estudios, el trabajo, el deporte, la música, el arte. Sostenedla mediante la oración y alimentadla con los sacramentos, para ser así fuente de inspiración y de ayuda para cuantos os rodean." En definitiva, les dijo: "La vida no es un simple acumular, y es mucho más que el simple éxito." Además, "estar verdaderamente vivos es ser transformados desde el interior, estar abiertos a la fuerza del amor de Dios. Si acogéis la fuerza del Espíritu Santo, también vosotros podréis transformar vuestras familias, las comunidades y las naciones. Liberad estos dones. Que la sabiduría, la inteligencia, la fortaleza, la ciencia y la piedad sean los signos de vuestra grandeza".
Ante más de 350.000 jóvenes de todo el mundo –24 de los cuales recibieron el sacramento de la Confirmación–, el Papa dijo que en esta gran asamblea de jóvenes, los cristianos provenientes de todo el mundo han tenido una experiencia de la presencia y de la fuerza del Espíritu en la vida de la Iglesia. "Hemos visto la Iglesia como es verdaderamente", constató. "Cuerpo de Cristo, comunidad viva de amor, en la que hay gente de toda raza, nación y lengua, de cualquier edad y lugar, en la unidad nacida de nuestra fe en el Señor resucitado."
Sin embargo, aclaró, "el amor de Dios puede derramar su fuerza sólo cuando le permitimos cambiarnos por dentro. Debemos permitirle penetrar en la dura costra de nuestra indiferencia, de nuestro cansancio espiritual, de nuestro ciego conformismo con el espíritu de nuestro tiempo". Por esto, aseguró, "es tan importante la oración: la plegaria cotidiana, la privada en la quietud de nuestros corazones y ante el Santísimo Sacramento, y la oración litúrgica en el corazón de la Iglesia".
El sábado 19 de julio Benedicto XVI presidió una eucaristía con los obispos australianos, con los seminaristas y con novicios y novicias de distintas congregaciones. Ante más de 3000 sacerdotes y seminaristas australianos, el Santo Padre ha condenado con valentía y rotundidad el abuso sexual de algunos sacerdotes y religiosos en este país en el contexto de un discurso sobre la vida y la misión, las virtudes y la espiritualidad de los sacerdotes en la Iglesia de hoy.
El Santo Padre, al hablar en su homilía de la conversión como transformación espiritual progresiva a la que está llamado todo cristiano, y de un modo especial el consagrado en la Iglesia, expresó su deseo de "hacer una pausa" en su argumentación para "reconocer la vergüenza que todos hemos sentido con ocasión de los abusos sexuales sobre menores por parte de algunos sacerdotes o religiosos de esta nación. Estos delitos, que constituyen una gravísima traición de la confianza, deben ser condenados de manera inequívoca. Ellos han causado gran dolor y han dañado el testimonio de la Iglesia. Pido a todos vosotros sostener y asistir a vuestros obispos y colaborar con ellos para combatir el mal. Las víctimas deben recibir compasión y curación y los responsables de estos males deben ser llevados ante la justicia".
El Papa Benedicto XVI anunció el domingo 20 de julio, en la Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que ha tenido lugar en Sidney, que la próxima sede de las JMJ será Madrid en 2011. Los jóvenes españoles presentes en el Hipódromo de Randwick de Sydney, donde se celebró la Eucaristía, acogieron el anuncio con gritos de júbilo. Será la segunda vez que una ciudad española acoja las JMJ después de Santiago de Compostela, donde se celebró en 1989.
Las JMJ son una cita muy querida en la Iglesia desde que el Papa Juan Pablo II las pusiera en marcha en Roma en 1984. Desde entonces, se han celebrado un año en Roma y otro en una ciudad del mundo. Hasta Sidney se han celebrado 23 JMJ, las dos últimas presididas por Benedicto XVI (en 2005 en Colonia, Alemania; y en 2008, la que acaba de concluir, en Sydney, Australia).
Otras ciudades que han acogido esta celebración son Toronto (Canadá), en 2002; París (Francia), en 1997; Manila (Filipinas), en 1995; Denver (EEUU), en 1993; Czestokowa (Polonia), en 1991; y Buenos Aires (Argentina), en 1987.
El arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal Antonio María Rouco, se ha mostrado emocionado después de que el Papa Benedicto XVI anunciara esta mañana en Sidney que la Archidiócesis de Madrid acogerá la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2011, según expresa una nota emitida hoy, domingo 20 de julio, por la CEE.
El cardenal señaló que se trata de "un gran don de Dios para la Iglesia en España y que, a partir de hoy mismo, habrá que poner la voluntad y el mejor empeño en la organización, teniendo en cuenta que no es un espectáculo de masas, sino una ocasión para vivir el Evangelio y para que los que participan en ella sean testigos del Señor en el mundo".
El Camino Neocatecumenal celebra en Sidney un Encuentro vocacional
El Camino Neocatecumenal ha organizado un encuentro vocacional el 21 de julio en el parque The Domain de Sidney un día después de que acabara la Jornada Mundial de la Juventud. Asistieron a este encuentro 35.000 jóvenes del Camino Neocatecumenal que habían acudido de todas las partes del mundo para el encuentro con el Santo Padre (la mayor parte, 24.000, de Europa, y 10.000 de América). A la llamada vocacional respondieron 1.500 chicos dispuestos a entrar a un seminario y 800 chicas para la vida consagrada. Presidió el encuentro el Cardenal Pell de Sidney. Asistieron 6 cardenales, entre los que se encontraban Rouco (Madrid) , Schönborn (Viena) y Sistach (Barcelona) y otros 40 obispos.
Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, aprovechó el encuentro para explicar la misión que han realizado durante estos días en toda Australia, con 40 itinerarios de evangelización que recorrieron las principales ciudades y zonas del país (Darwin, Camberra, Perth, Brisbane). "La misión fue fantástica", dijo Kiko Argüello, ya que no sólo ha ayudado a quienes han estado anunciando el Evangelio, sino que también ha cambiado los corazones de las personas que han escuchado. Para la próxima JMJ en Madrid se contempla la posibilidad de realizar una experiencia parecida de evangelización, con muchos más itinerarios partiendo de diferentes puntos de Europa.