El Papa pide un mayor empeño contra la pobreza ante la cumbre del G8
El Papa Benedicto XVI se unió el pasado domingo a la "grave llamada a la solidaridad" realizada por los obispos ante la reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del G8, reunidos en Japón.
El Papa pide a los líderes políticos mundiales que "lleven a cabo las tareas asumidas en las precedentes reuniones del G8 y se adopten valientemente todas las medidas necesarias para vencer el flagelo de la pobreza extrema, del hambre, de las enfermedades, del analfabetismo, que afligen aún a gran parte de la humanidad".
La voz del Papa se une así a la de los obispos de los países del G8, los cuales han dirigido una carta a sus gobernantes, pidiéndoles que mantengan su compromiso, adoptado en la cumbre de 2005, de destinar cada año 50.000 millones de dólares para ayuda al desarrollo, hasta el 2010.
Los obispos de Colombia confían en la liberación de los demás secuestrados
El Episcopado colombiano recibió con alegría la liberación de 15 personas en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y le pidió a esa agrupación guerrillera dejar en libertad a los restantes cautivos.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, afirmó que su mensaje para los dirigentes de las FARC es "que cuanto antes liberen a los que faltan y después sepan que la salida negociada es la mejor para ellos".
Monseñor Castro Quiroga dijo que la liberación de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, de tres ciudadanos estadounidenses y de 11 miembros de las fuerzas armadas colombianas, es una noticia "que me llena de profunda satisfacción" y agradeció que haya cesado también el sufrimiento para sus familiares.
Los obispos unen su oración "a la del Santo Padre Benedicto XVI y a la de todo nuestro pueblo para que continuemos avanzando por los caminos del perdón, la justicia, la verdad y la solidaridad, hacia la recuperación de la libertad de todas las víctimas del secuestro y el logro de la paz para todos los colombianos".
Benedicto XVI pide a los católicos de todo el mundo que se unan "espiritualmente" a la Jornada Mundial de la Juventud
La próxima Jornada Mundial de la Juventud será para toda la Iglesia "como un renovado Pentecostés", afirmó el Papa Benedicto XVI en su alocución anterior al rezo del Ángelus desde Castel Gandolfo.
El Papa insistió en varias ocasiones en la importancia de que los católicos de todo el mundo se "unan espiritualmente" a la JMJ.
"Estoy seguro de que desde todos los extremos de la tierra los católicos se unirán a mí y a los jóvenes reunidos, como en un Cenáculo, en Sydney invocando intensamente al Espíritu Santo, para que inunde los corazones de luz interior, de amor a Dios y a los hermanos, de valiente iniciativa para introducir el eterno mensaje de Jesús en la diversidad de lenguas y culturas", añadió en otro momento.
Benedicto XVI aseguró que su pensamiento "está ya en Australia", y aprovechó el momento para agradecer a todos los que están contribuyendo a los preparativos, especialmente a la Conferencia Episcopal australiana y a las autoridades civiles.
Cinco mil jóvenes españoles a la Jornada Mundial de la Juventud
Cinco mil jóvenes españoles y quince obispos de diversas diócesis asistirán a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra en Sydney (Australia) del 15 al 20 de julio, con el lema Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos.
Aparte de los cinco mil jóvenes españoles que viajan a Sydney, serán muchos más los que tengan la oportunidad de unirse vía satélite, desde encuentros simultáneos organizados en Santiago de Compostela, en Javier (Navarra), en Madrid y en El Rocío, además de en el Santuario de Lourdes (Francia), informa la Conferencia Episcopal Española.
"Las Jornadas son un momento privilegiado para ver la madurez y el compromiso de los jóvenes cristianos", ha afirmado el director del Secretariado de Juventud de la CEE, Víctor Cortizo, recordando "muy satisfecho" como se ha ido incrementando la participación de los jóvenes españoles, año a año, desde los ochenta españoles que fueron a Argentina en 1987 a los cinco mil que realizarán un "viaje que es muy largo y costoso".
Cañizares: "Eliminar la vida no nacida es estar contra el hombre"
El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, instó "a defender la vida en todas fases de su existencia", algo que a su juicio últimamente "tanto se está conculcando y se está convirtiendo en un verdadero suicidio en contra del hombre". Así, aseguró que "eliminar la vida no nacida es estar en contra del hombre. No es progreso, es retroceso, se diga lo que se diga".
Lo hizo durante las ordenaciones de 24 jóvenes como presbíteros y diáconos en la Catedral de Toledo, a los que también pidió "estar atentos a la mayor pobreza de nuestro tiempo que es la falta de sentido, el alejamiento de Dios y el rechazo de tantos contemporáneos, sobre todo entre los jóvenes, porque no hay mayor pobreza que no tener a Dios".
"Atended a Cristo Jesús, porque en él esta el futuro, porque no hay programa político, cultura, ideología que pueda suplantar a Cristo, todas ellas serán parciales y desfiguraran la verdad del hombre, y no encontrarán la verdad que les hace libres, que es Cristo", manifestó.
La Comisión Episcopal de Migraciones pide al Parlamento Europeo que respete siempre la dignidad y los derechos fundamentales de los inmigrantes
La Comisión Episcopal de Migraciones ha hecho pública una nota con motivo de la directiva europea de retorno de los inmigrantes aprobada el pasado miércoles por el Parlamento Europeo. Los obispos piden a los miembros del Parlamento que en las directivas se respeten siempre la dignidad y los derechos fundamentales de los inmigrantes, independientemente de su situación legal. Piden también que se extremen las cautelas para que en las medidas legales, administrativas o relativas a la seguridad, se evite la equiparación de los inmigrantes "sin papeles" con delincuentes.
En la nota los obispos llaman la atención sobre el trato que reciben los inmigrantes que son retenidos y devueltos a sus países, especialmente los que son menores de edad. Los obispos cuestionan las condiciones en las que son retenidos, los plazos, así como la penalización que reciben, que les prohíbe volver a la Unión Europea en un largo plazo de tiempo.