Benedicto XVI pide "valentía" a los políticos iraquíes y a la comunidad internacional para la reconstrucción de Irak
Coincidiendo el final del mes de Ramadán, Benedicto XVI pidió el pasado domingo, tras el rezo del Ángelus, "valentía" tanto a los políticos iraquíes como a la comunidad internacional para apoyar la reconstrucción.
"Contrastan dramáticamente con este clima gozoso las noticias que proceden de Irak sobre la gravísima situación de inseguridad y sobre la cruel violencia a la que están expuestos muchísimos inocentes sólo por ser chiíes, sunníes o cristianos", reconoció el Santo Padre.
"Percibo la profunda preocupación que experimenta la comunidad cristiana y deseo asegurar que estoy cerca de ella, así como de todas las víctimas, y pido para todos fuerza y consuelo". Asimismo, el Papa pidió elevar oraciones a Dios "para que dé la fe y la valentía necesaria a los responsables religiosos y a los líderes políticos, locales y en todo el mundo, para apoyar a ese pueblo por el camino de la reconstrucción de la Patria, en la búsqueda de equilibrios compartidos, en el respeto recíproco, con la conciencia de que la multiplicidad de sus componentes es parte integrante de su riqueza".
El diálogo entre musulmanes y cristianos "es más necesario que nunca"
La Santa Sede ha enviado un mensaje a los musulmanes con motivo del final del Ramadán, para asegurar que el diálogo "es más necesario que nunca". Enviado por el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Paul Poupard, tiene por tema "Cristianos y musulmanes: en diálogo confiado para afrontar juntos los desafíos de nuestro mundo".
El documento destaca "las circunstancias particulares que acabamos de atravesar juntos" y considera que "muestran también que, si el camino de un diálogo auténtico en ocasiones puede ser arduo, es más necesario que nunca". Según el purpurado francés, "dando gracias a Dios, no podemos dejar de constatar los graves problemas que se presentan ante nuestra época: la injusticia, la pobreza, las tensiones y los conflictos dentro de los países, pero también entre ellos".
Como cristianos y musulmanes, pregunta, "¿no estamos llamados en primer lugar a ofrecer nuestra aportación específica a la solución de esta grave situación y de estos problemas tan complejos?". "Está en juego, sin duda, la credibilidad de las religiones, pero también la de los líderes religiosos y la de todos los creyentes. Si no nos comportamos como creyentes, muchos se interrogarán sobre la utilidad de las religiones y sobre nuestra coherencia como hombres y mujeres que se postran ante Dios".
"El amor auténtico por Dios es inseparable del amor a los demás", añade Poupard. "El mundo, y nosotros con él, tiene necesidad de cristianos y musulmanes que se respeten, se estimen y ofrezcan el testimonio de amarse y de actuar juntos por la gloria de Dios y el bien de todos los seres humanos", concluye.
El Proyecto de Ley de Investigación Biomédica "no protege el derecho a la vida y permite la clonación de seres humanos", según la CEE
La Conferencia Episcopal Española ha publicado una nota sobre el Proyecto de Ley de Investigación Biomédica, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado mes, en la que afirma que dicho Proyecto no protege el derecho a la vida y permite la clonación de seres humanos, abriendo "la puerta a la práctica legal de nuevos abusos contra la dignidad del ser humano".
Los obispos destacan en la nota, con recientes palabras de Benedicto XVI, que "la resistencia de la Iglesia no es en modo alguno contra la ciencia, sino ante las formas de investigación que incluyen la eliminación programada de seres humanos ya existentes".
El texto explica cómo el Proyecto determina que el preembrión (no se puede considerar embrión hasta el día decimocuarto), puede ser un objeto utilizable para la investigación. "Tales disposiciones no tienen fundamento científico ni antropológico", dice la nota a este respecto. Asimismo, al permitir "la investigación con embriones vivos que hayan perdido su capacidad de desarrollo", los obispos muestran su preocupación sobre que "la capacidad vital se constituya en criterio para decidir que una vida humana pase a convertirse en mero material de investigación". Además, el Proyecto de Ley autoriza en un epígrafe lo que prohíbe en el anterior, es decir, "permite la producción de embriones clónicos para obtener de ellos material de ensayo, a la vez que prohíbe la constitución de embriones con fines de experimentación".
La Conferencia Episcopal alienta la necesidad de "una regulación de los avances de la ciencia" que "promueva una medicina que sirva siempre y sin excepción al bienestar y a la salud de los seres humanos", a la vez que confía "en que el buen sentido de los legisladores se imponga a las presiones económicas e ideológicas". "Los católicos saben que este Proyecto choca con principios básicos de la ética y, si no es modificado sustancialmente, no podrán darle su voto favorable sin ponerse objetivamente en desacuerdo con la doctrina católica", subrayan los obispos.
Ningún obispo español ha pedido a la Santa Sede su apoyo al proceso sobre ETA
El padre Juan Antonio Martínez Camino, portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, ha desmentido la información publicada por el diario El País y ha querido dejar muy claro que no le consta en absoluto que ningún obispo español haya intercedido ante la Santa Sede para obtener un apoyo al proceso de negociación con ETA.
Asimismo, ha afirmado que sólo se puede hablar con ETA "para ver como dejan de ser asesinos". Martínez Camino además, ha expresado que "no se puede negociar políticamente con los asesinos" y recuerda que "la postura oficial" de la Conferencia Episcopal en relación al terrorismo está expresada en la instrucción pastoral sobre la Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias de noviembre de 2002, de la que podemos destacar tres ideas claras: es una exigencia de justicia y caridad estar al lado de las víctimas del terrorismo y atender las necesidades y justas reclamaciones de las personas y familias que han sufrido el terrorismo; las reivindicaciones nacionalistas sólo son legítimas si se mantienen en los límites de la moral y de la justicia, por consiguiente, no hay paz sin atender a las exigencias de la justicia y finalmente, ETA no puede ser considerada como interlocutor político de un Estado legítimo.
La Cadena COPE ha sabido que el obispo de San Sebastián, Monseñor Juan Maria Uriarte ha remitido una carta a dicho diario donde desmiente claramente su información publicada el pasado fin de semana, es decir, que nunca ha intentado que el Vaticano se pronunciara de forma explicita sobre el asunto.
Bilbao acogió la beatificación de Margarita López de Maturana
El pasado domingo 22 de octubre, Bilbao acogió la beatificación de la bilbaína Margarita María López de Maturana, fundadora de las Mercedarias Misioneras de Bérriz. Fue el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal José Saraiva, el delegado pontificio para la celebración.
El cardenal leyó la nota firmada por Benedicto XVI en la que se declara beata a Margarita López de Maturana, y en la que se anuncia que la fecha designada para celebrar su fiesta es el 24 de julio, "en los lugares y en el momento establecido por el derecho". El cardenal Saraiva destacó en su homilía que la nueva beata era "una mujer que se dejó conducir por los caminos de Dios" y dijo de ella que "tenía el corazón en el cielo, la mirada en el tiempo y los pies en la tierra".
Por su parte, en sus palabras de agradecimiento, el obispo de Bilbao, Monseñor Ricardo Blázquez, también presente en la celebración, expresó su gozo porque "una hija de nuestro pueblo y de nuestra Iglesia haya sido beatificada en esta Iglesia de Santiago que ella tanto frecuentó". Además, afirmó que la beatificación ha sido "un hito en la historia de nuestra diócesis" y mostró su convicción de que "el fruto más precioso de la santa Madre Iglesia es la santidad de sus hijos e hijas".
En alusión a la labor misionera de las Mercedarias Misioneras de Bérriz dijo que "desde el claustro de un monasterio, desde un rincón de nuestra geografía, ha resonado el Evangelio hasta el lejano Oriente". "Esta beatificación es una llamada a la fe en Dios y a la fidelidad evangélica, a la oración, al amor a los hermanos, al celo misionero, especialmente a los más alejados", añadió.