"La Palabra de Dios", tema del primer Sínodo convocado por Benedicto XVI
Benedicto XVI ha convocado el primer Sínodo de obispos de su pontificado, que se celebrará en el Vaticano del 5 al 26 de octubre de 2008 con el tema "La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia". Será el segundo Sínodo presidido por Benedicto XVI, tras el convocado por Juan Pablo II sobre "La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia" que tuvo lugar en el mes de octubre de 2005.
La cumbre del próximo año será la duodécima asamblea general del Sínodo de los Obispos, con la novedad introducida por Benedicto XVI de hacer que dure una semana menos que los sínodos anteriores. El Papa ha introducido, además, la modalidad de intervenciones libres ante la asamblea.
El Sínodo de los Obispos es una institución permanente, creada por el Papa Pablo VI en respuesta a los deseos de los Padres del Concilio Vaticano II para mantener vivo el espíritu nacido de la experiencia conciliar. Según explica la Secretaría General del Sínodo, "es un encuentro religioso o asamblea en la que unos obispos, reunidos con el Santo Padre, tienen la oportunidad de intercambiarse mutuamente información y compartir experiencias, con el objetivo común de buscar soluciones pastorales que tengan validez y aplicación universal".
La prostitución del teólogo es buscar los aplausos y no la verdad, asegura el Papa
"El teólogo se prostituye cuando, en vez de buscar la verdad, persigue los aplausos de la dictadura de las opiniones comunes", explicó Benedicto XVI a los miembros de la Comisión Teológica Internacional.
"Hablar para encontrar los aplausos, hablar orientándose a lo que quieren escuchar los hombres, hablar obedeciendo a la dictadura de las opiniones comunes, es considerado como una especie de prostitución de la palabra y del alma", dijo citando el primer capítulo de la primera carta de San Pedro. El teólogo necesita una forma de "castidad", afirmó el Papa, que implica "no someterse a estos estándares, no buscar los aplausos, sino buscar la obediencia a la verdad".
"Quien habla en la teología debería ser el mismo Dios. Y nuestro hablar y pensar sólo debería servir para que pueda ser escuchado, para que pueda encontrar espacio en el mundo la Palabra de Dios". Para que los teólogos puedan alcanzar esta especie de purificación, el Papa les recomendó "silencio y contemplación", que "sirven para conservar, en la dispersión de la vida cotidiana, una permanente unión con Dios". "Este es el objetivo: que en nuestra alma esté siempre presente la unión con Dios y transforme todo nuestro ser".
Concluyó reconociendo que "la bella vocación del teólogo es hablar. Esta es su misión: en la locuacidad de nuestro tiempo, y de otros tiempos, en la inflación de las palabras, hacer presentes las palabras esenciales, hacer presente la Palabra que procede de Dios, la Palabra que es Dios".
Los obispos de Venezuela piden evitar una "educación ideologizada e ideologizante"
Al clausurarse el Concilio Plenario de Venezuela, los obispos del país publicaron una exhortación pastoral en la que los prelados expresan su preocupación "con relación a la orientación de la educación, a los agentes educativos y a la enseñanza religiosa en las escuelas".
Los obispos venezolanos afirman que desde el Gobierno han decidido imprimir a la educación de una orientación ideológica "al servicio de una parcialidad política determinada". Según la Constitución del país, recuerdan que "la educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento" e insisten en que, asimismo, la Constitución descarta una educación ideologizada e ideologizante y plantea una educación abierta, en base a un pluralismo educativo, que responda a la esencia de todo el proceso educativo, que consiste en suscitar el crecimiento integral de la persona, de sus cualidades y valores para actuar con libertad".
"La educación no debe estar al servicio de un proyecto partidista", sino que "está al servicio primario del ser humano", recuerda el texto. "El fortalecimiento de la formación en valores, en la solidaridad y responsabilidad ciudadana y para la capacidad productiva, hoy más necesarios que nunca, conducirá a cada venezolano a una vida orientada por la ética y a la superación de la pobreza", aseguran los prelados. Concluyen recordando que esta formación "pasa por la religión", ya que "la moral sin la religión carece de fundamento".
El arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, en su bienvenida a los participantes en el Congreso Mundial de Televisiones Católicas, afirmó que ha llegado "el momento histórico de emprender el camino de un asentamiento institucional de las televisiones católicas en las distintas regiones geográficas y culturales donde la Iglesia está presente y de estrechar y articular un sistema de relaciones mutuas y cooperación".
Asimismo, el nuevo e innovador proyecto sostenido por el Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, consistente en la creación de un Banco de Programas de Televisión, fue presentado por Silvia Costantini, representante del canal católico italiano SAT 2000. Afirmó que con este proyecto nace una nueva era para la televisión católica: "Esperamos que nazca en este momento un nuevo espíritu entre las televisiones católicas de colaboración real para ser red y ayudarnos recíprocamente recordando siempre que nuestra raíz la tenemos en Belén".
Finalmente el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, monseñor John Foley resaltó la importancia de este encuentro "por el momento mediático que vivimos y que reclama de nosotros una presencia más armónica y concorde". "No podemos estar aislados, haciendo cada uno su lucha de manera individual y de espaldas a los demás. Si para los cristianos nunca es hora de ser individualistas, ahora lo es menos todavía: ello debilita nuestra voz y la hace más dispersiva", precisó. Monseñor Foley comentó que "no basta únicamente con difundir unos contenidos católicos; es necesaria, ante todo, una vida personal y colectiva acorde con el Evangelio; entre nosotros debe haber unos nexos y una solidaridad que sean propios de los seguidores de Cristo".
El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, envió un mensaje al Congreso Mundial de las Televisiones Católicas, en el que resalta que la Iglesia "no se plantea ya si debe usar los medios de comunicación, sino cómo hacerlo para cumplir mejor y fielmente el mandato misionero de Cristo y ser así solícita en sus respuestas a los retos y necesidades del tiempo actual". El texto recuerda que el medio televisivo es un instrumento con una capacidad de difusión en red apropiado para "defender la dignidad de cada persona, promover la paz, la solidaridad, la unidad y la comunión en el conjunto de la familia humana".
La televisión católica es una necesidad pastoral urgente, afirmó el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en su alocución habitual del programa diocesano de la cadena COPE. Afirmó que la televisión es "un instrumento de colosal influencia en la configuración de las costumbres y valores de todo orden –económicos, políticos y culturales– que rigen la sociedad actual, y a la que no se escapa tampoco la determinación de los principios y criterios personales más íntimos en las vidas de las personas, más aún, de sus convicciones morales y religiosas e, incluso, de su fe".
Por eso, explica, "necesitamos urgentemente profesionales católicos de la comunicación en el medio televisivo, sea cual sea su titularidad civil –estatal o de iniciativa social– o eclesial, pero necesitamos, simultáneamente, medios televisivos propios de la Iglesia bajo la forma de titularidad jurídico-canónica que proceda. En una palabra: ¡necesitamos la televisión católica!"
Refiriéndose al I Congreso de Televisiones Católicas que ha tenido lugar en Madrid, el Cardenal señala que ha sido "una excelente ocasión y un foro de diálogo y de cooperación pastoral sobresaliente para que los católicos españoles apoyen firme y generosamente al gran proyecto de la Iglesia en España, Popular Televisión", que destaca "dentro del panorama de las ofertas televisivas existentes, por sus programas informativos y formativos, de entretenimiento y diversión, en los que la positiva y clara propuesta de la visión de la vida inspirada y configurada por el Evangelio de Jesucristo, testimoniado y vivido en la Comunión de la Iglesia, constituye su criterio determinante".
Cañizares subraya que "no se puede permitir" el aumento de los divorcios en España
El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, destacó en una homilía pronunciada en la catedral que el matrimonio y la familia "son insustituibles" porque está fundamentado en el "amor sin límites".
Asimismo, criticó las uniones libres y los pseudomatrimonios, consecuencia de una "libertad anárquica" y se refirió al reciente informe del Instituto de Política Familiar (IPF), el cual afirma que en España se registran tres divorcios por cada cuatro bodas y que en el primer semestre de 2006 se contabilizaron en nuestro país 85.633 rupturas matrimoniales, un 21% más que el año anterior.
El cardenal Cañizares subrayó que "no se puede permitir" este aumento y constató que las separaciones han aumentado más desde que en 1981 se aprobó en España la primera Ley del Divorcio. Esto, unido a las "facilidades del divorcio exprés sitúan a España a la cabeza "en el número de rupturas matrimoniales y esto "no se puede mantener más tiempo".
El matrimonio y la familia son una "institución estable, duradera e indisoluble", destacó, pese a ser consciente de que la Iglesia "sabe que marcha contra corriente" cuando proclama estos principios, por lo que pidió a los fieles que favorezcan la enseñanza del amor.