Benedicto XVI celebró la Santa Misa el domingo 10 de septiembre en la explanada de la Neue Messe de Munich, una de las visitas que está realizando estos días en el viaje apostólico a su Alemania natal. En su homilía el Papa destacó que "sufrimos una debilidad de oído ante Dios, especialmente en nuestro tiempo".
El Pontífice reveló que al recibir a los obispos de África y de los Países Bálticos en visita ad limina apostolorum, elogiaron la generosidad de los católicos alemanes, y señaló que las poblaciones de África y Asia "admiran nuestras capacidades técnicas y nuestra ciencia, pero al mismo tiempo se asustan frente a un tipo de razón que excluye totalmente a Dios de la visión del hombre". Asimismo exclamó que este cinismo "no es el tipo de tolerancia y de apertura cultural que esperan los pueblos y que deseamos todos. La tolerancia de la que tenemos necesidad urgente comprende el temor de Dios, el respeto de lo que para otros es sagrado. Este sentido de respeto sólo puede ser regenerado en el mundo occidental si crece de nuevo la fe en Dios, si Dios está presente de nuevo en nosotros".
Concluyó afirmando que "El mundo tiene necesidad de Dios. Nosotros tenemos necesidad de Dios pero, ¿de qué Dios? La respuesta definitiva la encontramos en quien murió en la Cruz: en Jesús, el Hijo de Dios encarnado, en el amor hasta el final. Este es el Dios que necesitamos".
La tarde del domingo 10 de septiembre el Papa se dirigió a la catedral de Nuestra Señora de Munich, lugar que recibió la ordenación episcopal de monseñor Joseph Ratzinger en 1977. Allí presidió las vísperas, en las que participaron los niños y niñas de Primera Comunión.
En su homilía el Santo Padre se dirigió especialmente a los padres de los niños allí presentes, para invitarles a "ayudar a vuestros hijos a creer", a "acompañarles en su camino hacia la Primera Comunión". También pidió encarecidamente a los padres que acompañen a sus hijos a la Iglesia para participar en la celebración eucarística del domingo: "Veréis que no es tiempo perdido, es lo que mantiene verdaderamente unida a la familia" y subrayó que "el domingo se hace más bello, toda la familia se hace más bella, si juntos participáis en la liturgia dominical". Por último rogó a los padres que recen en casa todos juntos, ya que "la oración nos lleva no sólo hacia Dios, sino también hacia el otro. Es una fuerza de paz y alegría".
El Papa se dirigió también a los profesores de religión para pedirles que tengan presente en la escuela "la búsqueda de Dios" y continuó reconociendo la dificultad de dar a conocer en la escuela el tema de la fe en nuestro mundo pluralista, pero, agregó, "no es suficiente que los niños y jóvenes sólo adquieran en la escuela conocimientos, en vez de criterios que orientan y dan sentido a esos conocimientos". Concluyó pidiendo a los profesores que estimulen a los alumnos a preguntarse el "de donde" y el "hacia donde" de la vida, "ayudadles a darse cuenta de que todas las respuestas que no llegan hasta Dios son demasiado cortas".
"Nosotros creemos en ese Dios que es razón creadora", afirma Benedicto XVI en Ratisbona
El martes 12 de septiembre, dentro de la visita apostólica que Benedicto XVI realiza a Alemania, se trasladó a Ratisbona, donde presidió en la explanada de Islinger Feld la Santa Misa. Comenzó su homilía con una pregunta: "¿En qué creemos y qué significa creer?". "La fe es sencilla –contestó el Papa–, creemos en Dios, ese Dios que entra en relación con los seres humanos y es para nosotros origen y futuro. Así la fe es también esperanza y certeza de que tenemos un futuro y no caeremos en el vacío. Y la fe es amor".
"Nosotros creemos en ese Dios que es razón creadora", continuó el Pontífice. "Hoy cuando conocemos las patologías y las enfermedades mortales de la religión y de la razón, la destrucción de la imagen de Dios a causa del odio y del fanatismo, es importante afirmar con claridad cual es el Dios en que creemos y profesar convencidos este rostro humano de Dios. Sólo este Dios nos salva del ansia frente al vacío de la existencia".
El Santo Padre recalcó que la fe "no quiere inculcarnos miedo: pretende llamarnos a la responsabilidad. No debemos derrochar nuestra vida, ni vivirla solo para nosotros. Debemos percibir nuestra misión en la historia y tratar de cumplirla". Concluyó recordando las palabras de San Juan para cuando la responsabilidad y la preocupación tiendan a convertirse en miedo: "Aunque el corazón nos reproche algo, Dios es más grande que nuestro corazón y conoce todo".
Cinco sacerdotes y seminaristas, que habían pertenecido a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, fundada por el arzobispo Marcel Lefebvre, han regresado a la comunión plena con la Iglesia católica y han fundado el Instituto del Buen Pastor, que reúne a sacerdotes que quieren "ejercer su sacerdocio en la tradición doctrinal y litúrgica de la Santa Iglesia Católica Romana", tal y como estaba en vigor en la Iglesia latina hasta el año 1962.
Juan Pablo II constató en su carta apostólica Ecclesia Dei que la ordenación ilegítima de cuatro obispos por parte de monseñor Lefebvre fue un "acto cismático", lo que truncó el intento de acuerdo entre la Santa Sede y la Fraternidad. Jean-Pierre Ricard, arzobispo de Burdeos y presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, donde estará presente el Instituto ha afirmado en un comunicado la preocupación de Benedicto XVI desde el inicio de su pontificado por regresar a la plena comunión con los seguidores de Lefebvre y ha explicado que el mismo Papa "ha tomado la decisión de erigir este nuevo Instituto". Por este motivo, los estatutos del Instituto son aprobados ad experimentum por un período de cinco años. Hace falta, reconoce el cardenal, "todo un trabajo de pacificación, reconciliación y comunión, pues la violencia ha caracterizado hasta los últimos meses las relaciones de varios miembros de ese Instituto con la Iglesia diocesana. Cada quien tendrá que poner su parte".
Cientos de jóvenes participarán en el IV Encuentro Nacional de Universitarios Católicos en la UCAM
La Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), junto con la Conferencia Episcopal Española han organizado el IV Encuentro Nacional de Jóvenes Universitarios Católicos, que tendrá lugar en la sede de la UCAM en Murcia del 12 al 15 de octubre. El objetivo principal del encuentro es que universitarios de toda España intercambien sus experiencias de fe en un entorno de oración y de actividades relacionadas con la actuación de los jóvenes en la vida de la Iglesia.
Luis Emilio Pascual, coordinador del encuentro y Capellán Mayor de la UCAM, afirma que se desarrolla en torno a "dos importantes acontecimientos ocurridos este año, el V centenario de San Francisco Javier y la presentación de la encíclica Deus Caritas Est". "Estos encuentros refuerzan a los jóvenes en su vivencia de la fe cristiana, de modo que demuestran que están ahí y que tiene algo que decir". Ante la reflexión de por qué muchos jóvenes son indiferentes ante las actuaciones de la Iglesia en España, Pascual responde que "los jóvenes no sólo no participan en las instituciones eclesiales, sino que tampoco están presentes en las de carácter político o social".
En el evento participarán el obispo de la diócesis de Cartagena, Mons. Juan Antonio Reig Pla, y el presidente de la Subcomisión de Universidades, Mons. Agustín Soriano, obispo de San Feliú.
Monseñor Munilla invita a "no dejarse condicionar ni coartar por los esquemas de nuestro tiempo"
El pasado domingo día 10 de septiembre José Ignacio Munilla tomó posesión de su cargo como nuevo obispo de la diócesis de Palencia. En su homilía, invitó a los fieles a no dejarse "condicionar ni coartar por los esquemas ideológicos de nuestro tiempo" y pidió su colaboración para que su ministerio episcopal pueda ser ejercido con "libertad evangélica".
"Seamos libres, con la libertad de los hijos de Dios, y no nos dejemos encorsetar por esquemas ajenos al Evangelio y a la Tradición de la Iglesia", expresó monseñor Munilla como uno de los peligros para no ejercer dicha libertad. Otro de los peligros, destacó, puede ser la lectura reducida del Evangelio y el Magisterio". Así, invitó a "esforzarnos por una recepción íntegra que sume todos sus aspectos". Concluyó subrayando la necesidad de que en las relaciones entre los sacerdotes y los fieles "reine la caridad". Animó a dar testimonio en el mundo de que "la Verdad de Cristo es exigente, pero al mismo tiempo es amable y bella".
El nuevo obispo de Palencia, acompañado de 38 obispos españoles entre los que estaban el Nuncio de Su Santidad, Monteiro de Castro, monseñor Blázquez y monseñor Cañizares, agradeció su nombramiento: "El Señor me ha elegido como instrumento suyo para hacer con los demás lo que Él hace conmigo".