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APOSTASÍA EN EL ISLAM

Derecho a la Ridda

Como sabrán los lectores, recientemente ha habido algunas iniciativas parlamentarias y extra-parlamentarias, procedentes principalmente de grupos de la izquierda, aunque la más conocida tal vez sea la de la diputada de Izquierda Unida Isaura Navarro, para que el Gobierno garantice el derecho a causar baja en una confesión religiosa. Sin embargo, con independencia de los papeles presentados en el Registro de Entrada del Congreso, las declaraciones de los interesados suelen centrarse en la Iglesia Católica exclusivamente.

Como sabrán los lectores, recientemente ha habido algunas iniciativas parlamentarias y extra-parlamentarias, procedentes principalmente de grupos de la izquierda, aunque la más conocida tal vez sea la de la diputada de Izquierda Unida Isaura Navarro, para que el Gobierno garantice el derecho a causar baja en una confesión religiosa. Sin embargo, con independencia de los papeles presentados en el Registro de Entrada del Congreso, las declaraciones de los interesados suelen centrarse en la Iglesia Católica exclusivamente.
El Corán, que dicta "un tormento doloroso en este mundo" a los apóstatas

Esta polarización no deja de ser una expresión de las muchas que se dan de la mentalidad confesional que anida en la mayoría de la población española. Como es una mentalidad, es algo que funciona inconscientemente, pero que está ahí. Se puede ver, por ejemplo, en que se dice que la iglesia es de todos, como si fuera parte del mobiliario público; en que se considere al catolicismo como religión subsidiaria, es decir, que salvo manifestación expresa en contrario se entiende que con creer en Dios se es católico, aunque de hecho no se pase de deísta; en que se piense que cualquiera, con independencia del contenido real de sus creencias, tiene derecho a que la Iglesia Católica le preste los servicios religiosos que demande; en que los alcaldes y el resto del ayuntamiento crean tener derecho a lugar preferente en la misa del santo patrono; y en, por supuesto, el anticlericalismo, que es el envés del confesionalismo, pero no más que una de las caras del mismo fenómeno. Por cierto, que dicha mentalidad confesional, muy presente también en muchos católicos, incluidos no pocos pastores, tal vez sea una de las cuestiones que más lastre la pastoral católica, pues, lejos de ser la Iglesia beneficiaria de esto, como muchos piensan, es probablemente la más perjudicada.

¿Hay algún problema real a la hora de ejercer el derecho a dejar de ser católico? Como mucho de papeleo y no porque en cada diócesis no haya una normativa al respecto, sino probablemente por falta de habilidad burocrática del párroco correspondiente. En cualquier caso, dejando al margen lo administrativo, lo cierto es que la máxima interesada en la libertad religiosa es la Iglesia, pues la fe no se puede dar sin libertad. Y éste, sin duda ninguna, es el problema central en el que deberían de poner interés los políticos. Bien está que se vigile por la pulcritud de la Iglesia Católica en la tramitación administrativa de un abandono expreso de sus filas, pero con el creciente número de musulmanes en España, ¿no habrá cosas más importantes de las que ocuparse respecto al derecho a dejar una religión?

Abdul Rahman, condenado a muerte por apostasía en AfganistánLa apostasía (ridda), es decir, el abandono del Islam por un musulmán se considera un error gravísimo y una traición a la comunidad de los verdaderos creyentes, la umma, en la que sólo se puede entrar, pero de la cual no es lícito salir. ¿Qué dice el Corán de esto? Hay 14 versículos en él que tratan de la apostasía, 13 de ellos hablan de "un castigo muy doloroso en el otro mundo", solamente la azora del Arrepentimiento IX, 75 dice, refiriéndose a los apóstatas, que "Dios los atormentará con un tormento doloroso en este mundo y en la última vida: no tendrán en la tierra amigo ni defensor". Esto ha sido interpretado por la tradición preponderante y por las corrientes radicales actuales como que al apóstata hay que aplicarle la pena de muerte. Además, en las sociedades islámicas –no se olvide que son teocráticas–, el que se pasa a otra religión o se hace ateo pierde en sustancia sus derechos, porque la depositaria de ellos es la comunidad y no el individuo; éste goza de los mismos en cuanto miembro de dicha comunidad, lo que no deja de presentar un gran parecido con los nacionalismos. En el cristianismo, por el contrario, es la persona como tal la titular de los derechos. En algunas de estas sociedades, incluso el código penal tipifica el delito de apostasía, penándolo con la muerte.

Sobre el papel, los musulmanes en España tienen derecho a dejar de serlo, pero ¿cuál es la situación real? Esto también ocurre en otros países occidentales y, sin embargo, el radicalismo islamista ha puesto en ciertos casos, algunos famosos, en cuestión la tutela efectiva de la libertad religiosa. Yo a la proposición añadiría una enmienda, que las entidades religiosas sólo puedan registrarse si hacen reconocimiento expreso del derecho al cambio de... religión.

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