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BICENTENARIO DE BASTIAT

Un gran defensor de la libertad

Tuve el gusto de dictar la conferencia de apertura conmemorando los 200 años del nacimiento de Frederic Bastiat, uno de los más grandes defensores de la libertad, quien vivió en esta parte de Francia durante la mayor parte de su corta vida (1801-1850). La conferencia fue organizada por la Foundation for Economic Education de Nueva York.

Bastiat escribió varios libros importantes, entre ellos “Sofismas económicos” y “La ley”. En todos sus escritos atacaba la tiranía, la ignorancia económica y los mitos difundidos por quienes buscan aprovecharse de la ignorancia de la gente. Sus análisis de la naturaleza humana y de los gobiernos son tan claros y verdaderos hoy como cuando los escribió. Bastiat advirtió que “como el hombre naturalmente se inclina a evitar el dolor y debido a que el trabajo duele, preferirá saquear cada vez que el saqueo sea más fácil que el trabajo”.

¿Qué quiere Bastiat decir con saqueo? Saquear es tomar por la fuerza la propiedad de otro. El saqueo legalizado ocurre cuando la gente utiliza al gobierno para hacerlo, como sucede en nuestro Congreso. Bastiat sostenía que “el estado es la gran ficción a través de la cual todo el mundo trata de vivir a cuestas de todos los demás”. Debido a que la gente desea lo ajeno, es evidente que el gobierno debiera utilizar la fuerza para evitar esa tendencia, en lugar de hacer lo contrario: “todas las medidas de la ley deberían proteger la propiedad y castigar el despojo”.

¿Acaso los representantes que elegimos protegen la propiedad y castigan el saqueo o, por el contrario, castigan la propiedad y favorecen el saqueo? La realidad es una combinación. Dos terceras partes del presupuesto federal de Estados Unidos es un saqueo legalizado, donde el Congreso permite que unos ciudadanos vivan a expensas de otros. La mayoría de los desembolsos de los ministerios de Agricultura, Sanidad y Servicios Humanos, Educación, Vivienda y Renovación Urbana y también del Seguro Social provienen de dinero que se le ha quitado por la fuerza a unos ciudadanos para dárselo a otros.

El saqueo legalizado no se limita a repartir dinero. Toma también la forma de privilegios especiales, como en el caso de aranceles, licencias y franquicias, con los que el gobierno manipula al mercado a favor de ciertos empresarios, especialmente aquellos que hacen grandes contribuciones a las campañas políticas. Y el saqueo se suele llevar a cabo en nombre de los pobres.

Bastiat mantenía que “cuando la ley y la moral se contradicen una a otra, el ciudadano confronta la cruel alternativa de perder su sentido moral o perder su respeto por la ley”. Este sigue siendo nuestro gran dilema hoy en día.

© AIPE

Walter Williams es decano del departamento de economía de la Universidad George Mason.
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