Con la captura de Sadam Husein, ocurre lo mismo: nadie puede lamentar el arresto de semejante tirano, pero... Me pregunto cómo hubiera sido posible la destrucción de la tiranía y el arresto del tirano sin lo que ustedes califican de “agresión imperialista”, y de “ocupación” ilegal y monstruosa. O la “agresión” y la “ocupación” son criminales, y por lo tanto sus resultados difícilmente podrían ser positivos, o se considera que estos resultados lo son, y entonces se justifica tanto la “agresión” como la “ocupación”. Esto sería de clavo pesado, si no dominara, como siempre, la mentira. Desde el presidente Chirac hasta la más “subvencionada” de las catedráticas, Gema Martín Muñoz, pasando por Don Nadie González, y un sinfín de progres y de imbéciles (no siempre es lo mismo), nadie, ninguno, se atreve a decir su verdad, o sea, que están furibundos porque los USA, en este conflicto, se apuntan tantos, tienen, pese a todo, éxitos. Se está reactivando un viejo bulo, su propaganda vuelve a insistir en que Sadam fue una “creación” de los USA, y cuando ya no les era útil, le atacaron con guerras criminales. Lo siento pero lo que yo he visto, leído y oído, me demuestra que sois vosotros, los progres, quienes habéis tirado a vuestro amigo Sadam, y a su tiranía, a la basura, como una colilla, y sencillamente, porque ha perdido.
Se olvida, no por casualidad, que Irak, en absoluto “criatura” de los USA, formaba parte, al revés, del campo del “socialismo árabe”, con Egipto, Siria, a ratos Argelia, Yemen del Sur, Etiopía, etcétera, aliados a la URSS, y baluarte contra las decadentes monarquías islámicas. Cuando se esfumó la URSS, Sadam, líder de un país laico y socialista, se “convirtió” al Islam, y desnudo, envuelto en una sábana, salió en la foto, entrando en mezquitas (sunitas). Esa imagen del “socialismo árabe” perdura, y el hecho de que fuera un déspota criminal no molestó a nadie, al revés. Desde la revolución francesa, muchos piensan que no hay ni puede haber, ni revolución, ni socialismo sin Terror, con mayúsculas.
Es cierto que durante la guerra entre Irak e Irán, o mejor dicho durante la agresión iraquí, muchos países, empezando por Francia, que ya tenía la costumbre de una amplia colaboración política y económica con Irak, país “progresista”, con mucho petróleo, y al que podían vender muchas armas, y hasta los elementos para crear una energía nuclear militar, consideraron que el peligro principal era la delirante y sangrienta revolución islámica, conducida por el ayatolá Jomeini. Otros países pensaron lo mismo, como la URSS, ya venida a menos, pero que aún existía. No era totalmente absurdo, en el sentido de que Irán constituía, y sigue constituyendo, un peligro real, pero Irak también, como está visto. Raymond Aron ya dijo hace años que la política, y sobre todo la política internacional, era une affaire de voyous (algo así como un asunto entre bandidos). Ahora, las oficinas de la propaganda antiyanqui nos sacan una foto en la que se ve a Ronald Rumsfeld saludando a Sadam, en 1983. Sería la prueba del crimen. ¿Qué crimen? Si se publicaran las fotos de todos los famosos, empezando por Chirac, que han ido a Bagdad a saludar al tirano, tres tomos de la Enciclopedia Británica no darían abasto. Y más recientemente, ¿por qué estuvieron nuestros Reyes en Damasco? Menos mal que el cinismo en política, nacional o internacional, no siempre es rentable.
Detrás de la fachada del cinismo diplomático, que finge admitir que la destrucción de la tiranía iraquí y la captura del Tirano son “buenas noticias”, sus divisiones acorazadas de la propaganda antiyanqui insisten con jolgorio en que nada ha terminado, que los atentados prosiguen, que aún queda la esperanza de que Irak se convierta en un nuevo Vietnam para los USA. Me pregunto si se creen sus mentiras o si piensan que somos tan imbéciles que podemos creerlas. ¿Cómo van a cesar los atentados terroristas, después de la captura de un tirano derrotado, escondido, con mucho dinero y algunos súbditos, cuando todo el mundo sabe que son Irán, Siria, otros países árabes y otras organizaciones terroristas islamistas internacionales los que los fomentan? Esos países y algunas de esas organizaciones terroristas odiaban tanto a Sadam Husein como odian a Occidente. Se olvida que esos países participaron en la “Gran coalición” antiiraquí durante el primer acto de la Guerra del Golfo, cosa que parecía un aquelarre, ya que estaban a las órdenes del Gran Satanás. Se olvida, o se finge olvidar, que detrás de la fachada propagandística de la “unidad árabe”, de la Gran Nación Árabe, apenas se oculta una guerra absoluta por la supremacía de ese mundo arabo-musulmán. Ni los chiítas iraquíes ni muchos países árabes se inmutan por la captura del tirano, más bien les alegra, como se alegran los kurdos, pero no lo consideran motivo para cesar su guerra principal contra la diabólica coalición “americano-sionista”.
Menos mal que tenemos a Felipe González, quien, saliendo de sus catacumbas, nos da la solución, nos dice lo que hay que hacer en Irak. (El País, 16/12/2003). No inventa nada, como es lógico, ¿desde cuándo piensan los cadáveres? Se limita a repetir lo dicho por Chirac y otros: “No podemos lamentar la caída de la dictadura iraquí y el arresto del dictador, pero...” Pero el Trío de las Azores ha cometido un crimen contra la Humanidad y la “ocupación” de Irak es ilegítima. Las masacres de Sadam eran, claro, legítimas, ya que eran crímenes de estado, como los Gal. A mayor escala, desde luego. La solución para el futuro de Irak, nos dice, comienza por la retirada de los USA y una nueva coalición, compuesta por la ONU, los países del “campo de la paz” y la Liga Árabe, que se ocuparían de la “reconstrucción” de Irak. Cuando los USA hablan de esa necesaria reconstrucción, él considera que se trata de un “trágico y vergonzoso negocio”, pero exige que los países que no hicieron nada, o defendieron a rajatabla a Sadam, participen ahora en ese “vergonzoso negocio”. Menos mal que lo que pueda escribir ese señor no tiene la menor importancia, porque, por ejemplo, cuando cita a la Liga Árabe como factor de paz y de concordia que, junto a la ONU y al “campo de la paz”, debe conducir el futuro de Irak, debe pensar que no sabemos que se trata de una de las tapaderas del terrorismo islámico, lo cual no quiere decir que todos los países que la componen tengan el mismo ardor para fomentar el terrorismo, pero se da el caso de que ninguno se opone. Son ladridos de perros, pero lo esencial, es que la caravana pase.