Durante decenas de millones de años, la Tierra ha experimentado variaciones en su temperatura no achacables al ser humano, más que nada porque éste aún no había hecho acto de presencia. En este punto, me gustaría preguntar a los combatientes del cambio climático: ¿puede realmente la Humanidad hacer algo por detenerlo? Ah, y ¿cuál es la temperatura "correcta"?
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Hablemos ahora del control de armas. ¿Qué tienen en común las matanzas del Tecnológico de Virginia (32 muertos), Columbine (14), Jonesboro Westside (5), el Instituto Gutenberg (16) y Zug (14)? Pues que todas ellas tuvieron lugar en "zonas libres de armas". Así pues, parece razonable preguntarse lo siguiente: ¿previenen las matanzas las medidas legislativas que conducen a la creación de "zonas libres de armas"?
En 1970 Israel decidió dotar de armas semiautomáticas a los profesores y a los padres que ejercieran labores auxiliares en los centros escolares. Los ataques a las escuelas israelíes cesaron. Por otro lado, en la Facultad de Derecho de la Universidad de los Apalaches (Virginia) dos estudiantes armados impidieron a un tipo que ya había asesinado a tres personas seguir adelante con sus propósitos criminales.
Que las armas sirvan para evitar crímenes no es nada extraño, aunque a muchos sí pueda parecérselo, dado que los medios no suelen mencionarlo. Según diversos estudios, debemos a las personas armadas respetuosas con la ley la no comisión de entre 764.000 y 2,5 millones de crímenes. ¿Qué es lo que hacen? Pues blandir sus armas, advertir a los criminales de que van armados o, llegado el caso, abatirlos.
Por todo ello, creo que, en honor a la verdad, a las "zonas libres de armas" habría que denominarlas "zonas indefensas".
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Turno para los impuestos. Veinte millones de norteamericanos han debido abonar el Alternative Minimum Tax (AMT) este año, cuatro millones más que en el ejercicio anterior. El AMT se creó en 1969 con el objetivo de garantizar, mediante la eliminación de diversas vías de desgravación, que los ricos pagasen al Erario su parte correspondiente. Pues bien, hoy en día una persona que gane 75.000 dólares y no sea rica en absoluto puede ser castigada con el AMT.
Cuando se debatió en el Legislativo la Decimosexta Enmienda, los congresistas sostenían que sólo los ricos habrían de pagar el impuesto sobre la renta, de ahí que dicho tributo gozara de un amplio apoyo popular. En 1917 apenas la mitad del 1% de los perceptores de ingresos pagaba el impuesto sobre la renta; hoy, la mayoría de ellos son paganos.
En casos como éste uno se ve tentado de pensar que la gente es tonta por caer en la estafa del "atrapemos al rico"; pero, como buen sociólogo, sé que la estupidez es una explicación bastante pobre, pues la gente no es idiota a largo plazo. Quizá se trate de una suerte de ignorancia transmisible de generación en generación; que los padres no cuenten a los hijos qué pasó con las promesas del Congreso.
Entonces sí, entonces el Congreso puede tener a las nuevas generaciones por una yunta de memos perfectamente capaces de caer en el timo del "atrapemos al rico".
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