Ideas

Nos hemos acostumbrado a manejar determinados problemas en clave interior, sin pararnos a mirar qué es lo que se hace con España desde fuera. Y muchas veces la culpa no es del cerdo, sino de quien le da de comer. Tal es el caso de los "países invitados" en las ferias internacionales.

Un amigo argentino que ha sido director de colegio en su país natal y en España me explicaba no hace mucho la falta de libertad real que ha experimentado al venirse a vivir a nuestro país.

El pasado 4 de septiembre, con ocasión de la rentrée scolaire, el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, hizo pública una larga carta dirigida a los "educadores" en la que exponía la necesidad de llevar a cabo una reforma profunda del sistema de Educación Nacional. "El mundo necesita un nuevo Renacimiento –escribía Sarkozy–, que vendrá gracias a la educación".     

Un franquista puro y duro rindiendo homenaje a un franquista duro y puro podría parecer la cosa más normal del mundo. Pero es que se trata de Alberto Ruiz-Gallardón, el alcalde de Madrid, que tiene la ambición de ser el número dos del PP –por ahora–, y del difunto Jesús de Polanco, que concluyó su comercialmente exitosa vida insultando al PP, y por lo tanto a Ruiz-Gallardón, y calificando sus manifestaciones contra el terrorismo etarra de... eso precisamente: "Franquismo puro y duro".

La izquierda suele tildar con frecuencia al capitalismo de "plutocrático". Los ricos son quienes mandan y quienes controlan nuestras vidas. Sólo hace falta tener una gran cantidad de capital, dado que éste se reproduce a sí mismo como consecuencia de la explotación de los trabajadores. De ahí que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres, más pobres.