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Ideas

LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA

No era Irak

Escribía hace poco Gregorio Morán, en su columna habitual en La Vanguardia, sobre los periodistas que habían apoyado la intervención española en Irak (la verdad es que no fueron muchos) y que ahora se manifiestan retrospectivamente en contra. Yo la apoyé entonces y sigo apoyándola ahora, cuando hasta los informativos de televisión más cutres afirman lo que consideran una novedad: que los atentados del 11-M no están relacionados con la guerra de la que Zapatero nos sacó sin que hubiéramos entrado.
CRÓNICAS COSMOPOLITAS

¡Que vivan los ricos!

El que esto escribe no ha sido nunca rico, incluso ha sido pobre en diferentes épocas de su vida. Nacido, eso sí, en el seno de una familia madrileña de la burguesía acomodada (prefiero esa fórmula al barbarismo tecnocrático de "clase media alta"), en seguida los vendavales de la Historia me (nos) hicieron conocer la penuria: durante la Segunda Guerra Mundial, en la Francia ocupada por los nazis. Luego, durante mi vida bohemia, pasé por diferentes periodos de pobreza.
DÍA DEL HOLOCAUSTO

El deber de recordar

De todas las manifestaciones de odio contemporáneas, la negación del Holocausto destaca por su vigor. Es tan alucinante, tan inconcebible moralmente, que su sola mención remite a un mundo irreal, a una suerte de espacio virtual inmoral habitado sólo por los fanáticos más fanatizados. Negar a las víctimas su sufrimiento es un acto tan vil, tan inhumano, que, correctamente, las sociedades civilizadas han puesto a sus perpetradores fuera de toda aceptación social; algunas naciones lo castigan incluso con la cárcel.