LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA
El empecinamiento étnico
Debo empezar por confesar que siempre he detestado las literaturas étnicas. Y en esa denominación incluyo a unos cuantos grandes escritores ocasionalmente preocupados por las identidades. Baroja cae en ello tanto como Hernández en el Martín Fierro, que tanto gustaba a Unamuno y tan poco entusiasmaba a Borges, modelo de autor antiétnico.