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Ideas

Édouard Balladur.
CRÓNICAS COSMOPOLITAS

Las democracias cobardes

Una de las frases programáticas más repetidas estos últimos años es esa que dice: "No se puede imponer la democracia por la guerra". La última vez que la oí fue el otro día, en boca de Éduoard Balladur, y se refería, ¡cómo no!, a la guerra de Irak. Faroleaba, el buen señor, en vísperas de la jubilación, con la sabiduría demostrada por la política francesa en dicha ocasión, aunque lamentaba el histerismo antiyanqui de Chirac y Villepin. Venía a decir que él hubiera hecho lo mismo, pero más discretamente.
CALENTAMIENTO GLOBAL

La neoinquisición ecologista

Hace dos siglos, Voltaire proclamó: "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Hoy, nuestras tradiciones sobre la libertad de expresión están siendo sometidas a asedio. La universidades prohíben las expresiones "ofensivas" y "políticamente incorrectas". Los islamistas radicales amenazan de muerte a los académicos, artistas y líderes religiosos que "faltan al respeto" al Profeta. Y, pese a que necesitamos desesperadamente un debate científico abierto, los ecoactivistas intolerantes han infestado el ambiente de inquisición y macartismo.
TERRORISMO NUCLEAR

Una amenaza permanente

Los días 12 y 14 de noviembre Libertad Digital se hacía eco de la preocupación del Ministerio de Exteriores británico por que Al Qaeda llegase a adquirir los componentes necesarios para llevar a cabo un ataque nuclear en Occidente. Eliza Manningham-Buller, la directora del MI5, declaró que se estaban investigando cerca de treinta tramas que tendrían como objetivo atentar en el Reino Unido, y que no se podía descartar la posibilidad de un ataque con agentes químicos o bacteriológicos.