Ideas

La revista Time ya no es lo que era, si es que alguna vez fue tan buena como dice Julián Marías. Bajo el título ‘Farewell to Franco’, sus corresponsales Lisa Abend y Geoff Pingree acaban de obsequiar a sus lectores con una perfecta obra de desinformación propagandística.

Puede que los rumores acerca de la muerte de Abu Musab al Zarqaui sean exagerados. Varias cadenas árabes de televisión difundieron que se encontraba entre los ocho terroristas que se hicieron explotar en Mosul el domingo. Pero, esté o no durmiendo con los peces o con las 72 vírgenes, ha sobrevivido a cualquier utilidad que pudiera tener para la yihad.

¿Estamos ganando la guerra contra el terror, o, más precisamente, contra la ideología de culto a la muerte, de odio extremo, que emplea como arma el terror? América, Gran Bretaña e Israel han comprometido cifras significativas de dinero a combatirlo militarmente y garantizar la seguridad civil.

La izquierda es una mentira; demagogia dirigida a controlar la sociedad. Propaganda, pura propaganda, una ilusión totalitaria. Las bases éticas y económicas del socialismo constituyen un malabarismo de escasa consistencia.

En 1939, poco antes de estallar la II Guerra Mundial, en países como el Reino Unido y Francia se disolvieron los partidos, y se arrestó a ciertos dirigentes de los mismos (así como a otras personas), culpables de “complicidad con el enemigo”; en ese caso, que profesaban sentimientos y propaganda filonazi.

Hay quien todavía se sorprende de la capacidad de la izquierda para sacudirse todas sus zozobras y penas, prácticamente desde su misma irrupción en escena, sin mostrar apenas signos de fatiga, disposición a cambiar de aires o una mínima expresión de “autocrítica”.