A VUELTAS CON EL RAJOYAZO
Sin opciones y sin principios
Juan Ramón Rallo
Gusta a los políticos justificar sus desmanes con la frasecita de que no tenían otra opción. Si no existe disyuntiva entre libertad y coacción, si el único camino es el asilvestrado intervencionismo, entonces huelga repudiar o criticar los recortes de libertades: "No me culpen a mí, echen pestes contra la fatalidad".