DESDE GEORGETOWN
Síndrome traumático postelectoral
Antes de las elecciones, ningún demócrata en su sano juicio pensaba que Kerry llegaría a la Presidencia. Los demócratas conocieron un breve momento de euforia cuando The New York Times sacó a relucir el episodio hoy olvidado del robo de explosivos ocurrido hace año y medio. Luego tuvieron su momento de gloria mientras duró el espejismo de las encuestas informales, nada más cerrarse los colegios electorales. Y no hubo más. Fueron los dos únicos momentos en que algunos creyeron que podían ganar.