DIGRESIONES HISTÓRICAS
Alcalá-Zamora y Largo Caballero
Largo había preparado la guerra civil en 1934. En 1936 aspiraba a aplicar su programa revolucionario mediante el acoso al gobierno de su aliado Azaña, para sustituirle sin riesgo de una nueva insurrección. Nada de lo último habría podido hacer si Alcalá-Zamora no le hubiera abierto el camino.