LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA
El show y la obscenidad
En toda exhibición hay algo de perverso. Pero hay un paso muy breve del erotismo a la obscenidad, a lo que está fuera de lugar y por eso irrita, a lo que no debería estar en la escena. En términos generales, la política espectáculo que nos ha tocado vivir, el show permanente, es obscena. Y no hay mejor prueba de ello que la Fiesta del Agua, así, con mayúsculas, que se celebra en Zaragoza.