Menú
CALENTAMIENTO GLOBAL

Política, ciencia y clima

Cuando se publicó el último informe sobre calentamiento global del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas estaba yo leyendo el libro de Charles Mackay Extaordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds (Errores extraordinariamente populares y la locura de las multitudes), publicado en 1841. Verdaderamente, la historia se repite.

Cuando se publicó el último informe sobre calentamiento global del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas estaba yo leyendo el libro de Charles Mackay Extaordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds (Errores extraordinariamente populares y la locura de las multitudes), publicado en 1841. Verdaderamente, la historia se repite.
El globo terráqueo se ha calentado y se ha enfriado múltiples veces en los últimos cuatro mil años. Unas veces nuestro planeta ha sido más frío, o más cálido, que otras. Así pues, cuando se habla del calentamiento, la pregunta debería ser: ¿en comparación con qué período?
 
Ahora está de moda preocuparse por el aumento de la temperatura, pero hace 33 años la revista Time (24-VI-1974) se temía, más bien, que estuviéramos encaminándonos a una nueva Edad de Hielo. Ésa era entonces la tendencia, hasta que las temperaturas dejaron de bajar y comenzaron a subir. Aquellos que temen que el planeta va a seguir calentándose, a un ritmo de alrededor de un 1ºC cada 100 años, tienen razón... hasta que vuelva a enfriarse. Entonces tendrán que elaborar nuevos modelos para poder asustarnos con el frío.
 
El año pasado los climatólogos predijeron que, debido al calentamiento global, los huracanes que tocaran Miami ese mismo 2006 serían más, y más potentes, que en otros años. Pues bien, no pasó uno solo; lo único que aumentó fue el monto de las primas de los seguros. Semejantes fallas en los pronósticos a corto plazo hacen que los modelos "científicos" sobre las características del clima a largo plazo no inspiren, precisamente, mucha confianza.
 
El informe de las Naciones Unidas es de fondo político, no científico. Se cuidan las espaldas anunciando que hasta mayo no van a divulgar la versión final de la verdad verdadera. Entre tanto, como lo ideológicamente correcto es atacar al capitalismo y a la sociedad de consumo, se condena el aumento de las emisiones de dióxido de carbono –una de las causas del calentamiento global– achacable a los jets, que queman petróleo.
 
Se habló de ello en la pomposa reunión de Davos, Suiza, donde se reúnen cada año los multimillonarios "con sensibilidad social" para codearse con políticos y artistas y recomendar, entre otras medidas, que se recorte el consumo de petróleo. Por cierto, como los 350 jets privados que utilizaron los magnates para acudir a la reunión no cabían en el aeropuerto local, muchos de éstos hubieron de ser trasladados a Davos desde Múnich en helicóptero.
 
Mientras tanto, y a pesar de tanto "calentamiento global", en Estados Unidos las tiendas de Wal-Mart y Home Depot reportaban muy buenas ventas de sus palas especiales quitanieves.
 
Por otro lado, el informe del IPCC está siendo cuestionado son gran seriedad en diversos lugares. Así, la cadena canadiense de periódicos Sun da cuenta de que lo del calentamiento global no es más que una teoría, y asegura que las estadísticas están siendo manipuladas, y que no hay evidencia científica alguna de lo que reportan.
 
Por su parte, David Bromwich, profesor de Ciencias Atmosféricas en la Universidad de Ohio, mantiene que los desacuerdos en las predicciones de los modelos climáticos no significan que éstos estén equivocados, sino que funcionan en la teoría  pero no en la práctica. Claro, los modelos son modelos, es decir, presentan hipótesis; y, como dijo el otro, "pronosticar es difícil, especialmente cuando se trata del futuro".
 
En fin, no se atormente. Son muchos los científicos prestigiosos que no comparten los pronósticos catastróficos (ni las causas en que se basan), entre los que cabe citar a Fred Singer, que estableció el sistema climatológico satelital norteamericano; Richard S. Lindzen, profesor de Meteorología del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT); Patrick J. Michaels, profesor de Ciencias Ambientales en la Universidad de Virginia; Duncan Wingham, del University College de Londres; David R. Legates, profesor de Climatología en la Universidad de Delaware, y Nigel Weiss, profesor de la Universidad de Cambridge.
 
 
© AIPE
 
MANUEL F. AYAU CORDÓN, rector emérito de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala).
0
comentarios