Pues eso, llego a Madrid y me encuentro con la muerte de Guillermo Cabrera Infante, y una vez más puedo constatar cómo tantos se aprovechan de la muerte de un famoso para hablar de ellos mismos: "Yo conocí a Guillermo cuando yo, porque yo...", y realzar así su propio prestigio. Juan Goytisolo no podía faltar a esta cita con el autobombo, y pese a odiarlo, según dice, no para de hablar de Juan Goytisolo, con el pretexto de enterrar a sus muertos.
No es el único, y no tendría la menor importancia si no indicara como sublime acto de resistencia intelectual y de apoyo a los derechos humanos el hecho de que en La Habana citó la novela Tres tristes tigres ¡sin citar el nombre de su autor!, porque así lo habían exigido los castristas... Es tan imbécil que ni siquiera se da cuenta de que lo es. Lo cual, por otra parte, también es frecuente.
Seguía comentándose el caso misterioso de la torre embrujada, o el incendio del Windsor, con sombras, fantasmas y murmullos, con cajas negras, secretos del CESID, o de Defensa, y tal vez, para un aficionado a las novelas policíacas como yo, todo es posible: escondidas fortunas en joyas robadas. El alcalde, quien, por serlo, se cree el propietario de Madrid y además su arquitecto en jefe, ordena la demolición de la torre antes de que los expertos hayan decidido nada ni la investigación haya concluido. El, para mí, enigma Ruiz-Gallardón se ha resuelto. Viéndole por la tele en una emisión de Madame Julia Otero, en compañía de un guarro cantautor progre, lo entendí todo: este señor es tonto.
Si el desastre del Carmelo en Barcelona ha creado una crisis política, una crisis al 3%, podría decirse, en Madrid tenemos la farsa de Majadahonda. Cuando Rafael Simancas habla de trama no hay que reírse, porque en cuestión de tramas se las sabe todas, pero con el apoyo del Gobierno y de jueces afines se está montando un escándalo sin parcela, intentando utilizar a quien sea, desde Conde-Pumpido al Defensor del Pueblo, para tratar de fastidiar a la presidenta, Esperanza Aguirre, quien contra mejor lo haga, más la odian, como es su lógica. Majadería honda (con perdón).
Pasando a cosas siniestras, citaré las conversaciones laborales entre Rodríguez Z. y el nacionalsocialista Carod- Rovira para el reparto del pastel del poder. Resulta que ese señor que tuvo que dimitir de su cargo de “conseller en cap” de la Generalidad debido a sus conspiraciones con ETA se ha convertido en el número uno de Cataluña.
Rodríquez Z. sale en la foto con Maragall (me da la impresión de que el presidente catalán siempre anda buscando sus zapatillas, con cara de sueño), pero los asuntos serios los negocia con Carod-Rovira, y así van las cosas...
Fue estando en Madrid que lo que algunos temíamos se confirmó. Me refiero al atentado suicida de Tel Aviv, que pone en peligro las endebles negociaciones israelo-palestinas. En la prensa francesa y española leía estos días advertencias y hasta amenazas a Israel por parte de distinguidos columnistas, que conminaban al Estado judío a que "esta vez se portara bien"; si no le bombardearían con tinta o e-mails. Estos escribidores, por puro antisemitismo, se niegan a aceptar la realidad: son muchos los países arabomusulmanes y muchas las organizaciones terroristas palestinas que no quieren ni negociaciones ni paz, ni siquiera un Estado palestino; su única meta siendo la destrucción del Estado de Israel.
Los Estados en donde reina un virulento antisemitismo y la voluntad descarada de "tirar los judíos al mar" son muchos: Irán, Siria, ayer Irak, y, aunque de manera más ambigua, también Arabia Saudí y Egipto, pongamos. De hecho, Israel está rodeado de enemigos. La intervención militar aliada en Irak ha cambiado bastante las cosas, como es lógico, y puede decirse que si ayer exportaba terrorismo, hoy lo importa. Todas las organizaciones terroristas islámicas han elegido ese país como principal campo de batalla de su "guerra santa".
No estoy diciendo que quienes cometen los criminales atentados en Irak sean únicamente terroristas de fuera, desde luego que no: gozan con complicidades en la población iraquí, y con locos de Alá dispuestos a morir matando el máximo de "infieles" pero también el máximo de musulmanes de otras mezquitas, como se ve con los sangrientos enfrentamientos entre sunitas y chiítas, en Irak y otros países. Este resurgimiento de las guerras de religión es de lo más reaccionario y repugnante que pueda existir en nuestros tiempos supuestamente modernos. También es cierto que el Corán no acepta la modernidad.
Hoy es Siria la que está en primera línea de la violencia, con el atentado en Tel Aviv y el asesinato de Hariri, en el Líbano. Pero no es imposible que fracasen en sus intentos por dominar toda la región. En el Líbano la revuelta contra su ocupación es cada día más evidente, e Israel, pese a la agravación de su situación en todos los aspectos, no va a doblegarse. Y yo me digo que menos mal que tenemos a Bush. ¿Os dais cuenta de lo que ocurriría en el mundo si Washington tuviera una política tipo UE?