Lo que vamos a discutir hoy es la cantidad de gasto sanitario en ese 12%-13% de la población. Por supuesto, la calidad no se garantiza con el gasto, pero da una cierta idea. Recientemente hemos visto las cifras de la OCDE al respecto, y son interesantes. En los datos que siguen (hemos quitado la mitad de los años, puede consultar la totalidad aquí, en inglés y francés) se muestran las cifras que, en el conjunto de la población, gastan estos países en salud:
Gasto total en salud, dólares PPP de los Estados Unidos, per cápita
1960 | 1970 | 1980 | 1990 | 2000 | 2001 | 2002 | |
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Australia | 93 | 684 | 1300 | 2379 | 2504 | ||
Austria | 77 | 190 | 762 | 1344 | 2147 | 2174 | 2220 |
Bélgica | 147 | 627 | 1340 | 2288 | 2441 | 2515 | |
Cánada | 121 | 289 | 770 | 1714 | 2541 | 2743 | 2931 |
República Checa | 553 | 977 | 1083 | 1118 | |||
Dinamarca | 943 | 1554 | 2353 | 2520 | 2583 | ||
Finlandia | 62 | 190 | 584 | 1414 | 1698 | 1841 | 1943 |
Francia | 69 | 206 | 699 | 1555 | 2416 | 2588 | 2736 |
Alemania | 266 | 955 | 1729 | 2640 | 2735 | 2817 | |
Grecia | 171 | 464 | 838 | 1617 | 1670 | 1814 | |
Hungría | 847 | 961 | 1079 | ||||
Islandia | 57 | 163 | 698 | 1598 | 2559 | 2680 | 2807 |
Irlanda | 42 | 117 | 511 | 791 | 1774 | 2059 | 2367 |
Italia | 1397 | 2001 | 2107 | 2166 | |||
Japón | 29 | 144 | 559 | 1105 | 1958 | 2077 | |
Corea del Sur | 329 | 777 | 943 | 996 | |||
Luxemburgo | 161 | 637 | 1533 | 2682 | 2900 | 3065 | |
México | 290 | 494 | 536 | 553 | |||
Países Bajos | 750 | 1419 | 2196 | 2455 | 2643 | ||
Nueva Zelanda | 205 | 488 | 987 | 1611 | 1710 | 1857 | |
Noruega | 49 | 140 | 659 | 1385 | 2747 | 3258 | 3409 |
Polonia | 298 | 578 | 629 | 654 | |||
Portugal | 54 | 283 | 661 | 1570 | 1662 | 1702 | |
República Eslovaca | 591 | 633 | 698 | ||||
España | 16 | 97 | 363 | 865 | 1493 | 1567 | 1646 |
Suecia | 305 | 924 | 1566 | 2243 | 2370 | 2517 | |
Suiza | 166 | 350 | 1031 | 2040 | 3111 | 3288 | 3446 |
Turquía | 24 | 76 | 165 | 446 | |||
Reino Unido | 84 | 160 | 472 | 977 | 1839 | 2012 | 2160 |
Estados Unidos | 144 | 347 | 1055 | 2738 | 4538 | 4869 | 5267 |
Fuente: OECD Health Data 2004, 3ªed
PPP (purchasing power parity: poder de paridad de compra) quiere decir que se comparan gastos teniendo en cuenta la conversión de costes entre países, armonizándose a una moneda imaginaria, el PPS (purchasing power standard: estándar de poder de compra), el dólar PPP en este caso. Puede ocurrir que una barra de pan le cueste a usted tanto en dólares y, con el mismo peso, 1,5 veces más en el país de al lado. Para eso se define una moneda "promedio", digamos, que sirve de referencia y permite comparar gastos iguales en salud, en el caso que nos ocupa: una análisis de sangre en una máquina de igual generación tecnológica "debería" costar igual en todas partes, si el método analítico es sustancialmente igual.
¿Qué ocurre con los que están en el 12%-13% inferior de ingresos (los pobres)? Hay una organización del gobierno de EEUU, AHRQ, que calcula unas tablas con una encuesta de gastos médicos (MEPS, Medical Expenditure Panel Survey). Según estos datos, de 2002, el número de personas por debajo de la línea que define lo que es ser pobre fue de 35,6 millones.
El gasto sanitario en este grupo fue de 106.300 millones de dólares, es decir, algo más de 2.985 dólares per cápita; lo cual quiere decir, de la lista de OCDE que han visto, que el gasto sanitario en los pobres es mayor en EEUU que para el conjunto de la población de 23 de los países representados. Sorprendente para los protestones, no para nosotros, que conocemos la preocupación de los ciudadanos por la suerte de quienes no encuentran acomodo en el mundo de exigencias que les ha tocado vivir.
Efectivamente, más gasto no trae necesariamente mejor resultado. Ahora bien, ¿por qué se gasta tanto? Vayamos a Suiza, para ir a uno de los países con mejor nivel de vida: les basta con 3.446 dólares PPP per cápita para el conjunto de la población, mientras que en EEUU se gastan 5.267 dólares PPP per cápita, para tener unos resultados que en varios índices de salud son peores que los del país helvético (la población suiza es de menos de 7,5 millones de personas; la de EEUU, de unos 295 millones).
Obviamente, en EEUU el gasto es excesivo en relación con otros países, pero las razones son múltiples, complejas. Entre otras, el índice de jubilados en residencias en el tramo alto de países (algunos países europeos van por ese camino, como ven en los jubilados alemanes, suecos, austriacos, etcétera, en la costa mediterránea y las Islas Canarias), el índice de drogodependientes en el tramo alto de países, el muy alto nivel de inmigración de zonas con no buenos niveles de salud y las ventas con control de precios de los medicamentos fuera de EEUU. Repasemos estas tres últimos.
Tasas de drogadicción
Fuente: United Nations, Office on Drugs and Crime: World Drug Report, 2004
En verde figuran los países para los que hay estimación del número de adictos. IDU (intravenous drug user): usuario por vía intravenosa.
Inmigración desde zonas con problemas
En EEUU, donde casi el 11% de la población ha nacido fuera del país, hay una entrada anual de unas 800.000 personas por la vía legal (datos de 1997). Un millón y medio de ilegales son detenidos anualmente, unos 800.000 ilegales entran cada año, y entre 300.000 y 500.000, también cada año, se quedan indefinidamente. Es decir, y por ir al promedio, hay como la mitad de ilegales que de legales.
Control de precios en el exterior
Casi no hay control de precios en los Estados Unidos. Desde luego, no los hay directos, aunque sí indirectos, a través de cupos de compras del Gobierno federal, que impone precios a algunos medicamentos (vacunas, sobre todo, desde la época Clinton). Ahora bien, en Canadá y en Europa Occidental los gobiernos fijan límites a los precios de todos los medicamentos importados cuando son para uso de los sistemas públicos de salud (en la práctica, es la única importación que hay, ya que son precios inferiores a los de origen). Y eso quiere decir que esos precios artificialmente bajos se recuperan, parece que en gran medida, a través del consumidor en EEUU, que pasa a ser así el gran subvencionador de la tecnología farmacéutica.
Resumen: los ciudadanos no se olvidan de nadie
En contra de lo que se sugiere habitualmente, el ciudadano estadounidense no es un ser frío, maquinal. Si nos permiten el comentario cruel, ése era el ideal del hombre soviético. Por el contrario, el dinero que el legislador invierte en atender a las personas que, bien de forma temporal, bien de forma crónica, no obtienen los resultados brillantes que desean es comparable, cuando no superior, al que la mayor parte de los países mencionados emplean en su población general, y eso es reflejo del carácter normal, humano, del ciudadano, que no es el monstruo materialista que describen los bienintencionados solidarios y que se duele de los reveses de sus conciudadanos.