Los inversores en valor tratan de encontrar y adquirir acciones que, debido a incertidumbres varias y fluctuaciones cíclicas, estén subvaloradas con respecto al precio que previsiblemente exhibirán en el futuro. En cuanto a los economistas austriacos, tratan de comprender cuáles son las incertidumbres y las fluctuaciones cíclicas más comunes tanto en las distintas fases de desarrollo y de un producto como en las diferentes etapas de auge y depresión económica que experimenta una sociedad.
Las sinergias son más que evidentes, pero, pese a ello, los puntos de encuentro entre ambas escuelas han sido más bien escasos. Por un lado, los grandes economistas austriacos, como Mises, Hayek o Rothbard, observaban con respeto y admiración los mercados financieros, pero nunca se interesaron demasiado por su concreto funcionamiento interno, y eso que la génesis de su escuela se encuentra en el parqué bursátil: y es que el gran economista marginalista Carl Menger fue capaz de refinar su revolucionaria teoría del valor y de los precios gracias a su desempeño como corresponsal bursátil del diario Wiener Zeitung. En realidad, sólo los economistas austriacos Ludwig Lachmann y Fritz Machlup hicieron esfuerzos por comprender con profundidad estos mercados, pero ni siquiera ellos se encargaron de teorizar sobre las distintas estrategias exitosas de inversión.
Por lo que hace a los grandes inversores en valor (como Benjamin Graham, Warren Buffett, Seth Klarman o Martin Whitman), o bien no se han interesado por el estudio en detalle de la teoría económica o bien, si lo han hecho, no se han acercado, salvo superficialmente, a la Escuela Austriaca: han preferido, en cambio, otras más discutibles, como la Postkeynesiana.
Así las cosas, no ha habido lugar para un a buen seguro fructífero enriquecimiento mutuo... Bueno, sí lo ha habido. Por fortuna, en este punto España representa una provechosa excepción.
En nuestro país, algunos de los principales teóricos de la Escuela Austriaca han mostrado un gran interés por el value investing (sólo es necesario leer en las páginas de este periódico los brillantes comentarios bursátiles de Raquel Merino). Además, el español Bestinver, uno de los mejores fondos de inversión en valor de todo el mundo, lleva años combinando de manera consistente y exitosa las enseñanzas del value investing y de la Escuela Austriaca. Desde 1993, su rentabilidad media anual es del 16%.
Y ahora nace el Centro de Estudios Superiores OMMA (Online de Madrid Manuel Ayau), impulsado por entidades como el español Instituto Juan de Mariana y la guatemalteca Universidad Francisco Marroquín.
Cada año, esta nueva escuela de negocios iniciará al menos un Máster en Value Investing y Teoría del Ciclo. Si usted está interesado en conocer en profundidad ambas disciplinas, sin duda tiene aquí una opción muy interesante. Este articulista figura en su equipo de profesores, en concreto, como docente de las materias Historia de las Doctrinas Monetarias (donde se diseccionarán los diversos pretextos que a lo largo de la historia se han brindado para justificar el inflacionismo) y Análisis de Coyuntura (donde daremos las claves para comprender en qué etapa del ciclo económico nos hallamos en cada momento y su previsible evolución futura).
Las referencias son difícilmente mejorables. Francisco García Paramés, director de Bestinver, ha manifestado que este máster "ayuda a entender cómo funciona realmente la economía y cómo invertir de la manera correcta: una combinación única"; Jesús Huerta de Soto lo ha alabado como una manera de compatibilizar "el análisis teórico con su aplicación práctica a los mercados financieros en una coyuntura que hace más necesario que nunca el enfoque de la Escuela Austriaca de Economía"; y Álvaro Vargas Llosa ha llegado a afirmar:
Siento tanta envidia de los estudiantes que se apuntarán a este máster, donde aprenderán a entender quiénes son los verdaderos responsables de las crisis periódicas del sistema capitalista y cómo invertir sin confundir valor y precio, que estoy a punto de dejarlo todo y matricularme de inmediato.
Los cursos del centro OMMA tienen una característica que los diferencia de casi todos los demás y que facilitará en mucho la participación de quienes no residan en Madrid: son online-presenciales. Gracias a la más moderna tecnología, los alumnos podrán encontrarse tranquilamente en sus casas y no sólo ver cómo el profesor imparte el temario, sino participar activamente en cada clase, planteando preguntas o participando en los debates que puedan abrirse.
En definitiva: sin duda, los liberales nos encontramos de enhorabuena: no sólo nace un centro de estudios de impronta indudablemente liberal, sino que además podremos aprender las claves para invertir con éxito y lograr unas rentabilidades sostenidas por encima de las de mercado en cada momento de la coyuntura económica. Un más que merecido homenaje, dicho sea de paso, a ese gran empresario, inversor y promotor de la educación superior liberal que fue don Manuel Ayau.