Sin duda, aún nos quedan algunos días desalentadores (como los ataques en la Zona Verde). Pero un número de eventos desiguales, pero relacionados, nos indican que el momento político y militar está cambiando a favor de la Coalición y del lado iraquí.
¿Escéptico? Considere las siguientes novedades:
Las Fuerzas de la OTAN: En una victoria diplomática muy significativa, el miércoles pasado, los ministros de defensa de la OTAN reunidos en Rumanía, acordaron aumentar su contingente de entrenamiento militar en Iraq de 40 a 300 para fin de este año. Los nuevos consejeros militares (probablemente serán inicialmente de Dinamarca y Noruega) serán estacionados en un centro a las afueras de Bagdad para entrenar oficiales militares iraquíes.
Los entrenadores de la OTAN ayudarán a aumentar considerablemente el número de fuerzas iraquíes de 100.000 a 145.000 para el mes de enero según se tiene proyectado. (Las fuerzas de la OTAN servirán bajo el mando del General americano David Petraeus.) El dotar del equipamiento a estas fuerzas es también otro desafío y la OTAN puede hacer algo en esto también.
Y a pesar de que Francia y Alemania aún siguen haciéndose los difíciles, hay pequeñas pistas que indican que podrían sumarse a la ayuda más adelante. Además, el acuerdo logrado con la OTAN por el Secretario de Defensa americano Donald Rumsfeld es un paso importante para comenzar a arreglar las diferencias transatlánticas sobre Irak.
Faluya: Este pueblo de 300 mil habitantes en el centro mismo de Irak ha sido un nido de víboras desde que los Marines terminaron su asedio en Abril. Pero en estas últimas semanas, ataques aéreos de gran precisión han acabado con la vida de por lo menos 6 altos miembros de la red terrorista de Abu Musab al-Zarqaui. Y el Pentágono asegura que ha eliminado a la mitad de la cúpula de los terroristas extranjeros en el último mes.Los ataques aéreos han tenido, como beneficio añadido, el crear disensiones entre los chicos malos de Faluya. Ese ataque ha inspirado a los insurgentes locales a volverse en contra de los terroristas extranjeros y los de Al-Qaeda. Los justicieros de Faluya han matado por lo menos a 5 extranjeros árabes en estas semanas incluyendo a un alto asistente de al-Zarqaui.
En el lado político, mientras los iraquíes negociaban la entrega del control de la ciudad a las fuerzas locales, el Primer Ministro interino Iyad Alaui le plantó cara a la situación y exigió que los ciudadanos de Faluya entregaran a al-Zarqaui o que se prepararan para el ataque.
"Si no entregan a al-Zarqaui y su grupo, llevaremos a cabo nuestras operaciones en Faluya" dijo el Primer Ministro a los 100 miembros interinos del Consejo Nacional Iraquí. Éstos son sutiles recordatorios del exitoso asalto conjunto de tropas iraquíes y americanas en Samarra a principios de mes que dio a los locales el incentivo necesario para entregar a los terroristas.
Ciudad Sader: Los ardientes correligionarios del clérigo rebelde Muqtada al-Sader han aceptado negociar la entrega de sus armas a cambio de dinero en el barrio Ciudad Sader (1000 dólares por una metralleta pesada; 250 dólares por un mortero; 170 dólares por un lanza granadas y hasta 25 centavos por una bala).
Hasta ahora esta entrega parece prometedora, pero no es muy claro hasta que punto los de "Monoteísmo y Yihad" verdaderamente se desarmarán. Cooperación, relativa calma y un frágil alto al fuego reina por ahora. Si el acuerdo de paz se mantiene, la ayuda para la reconstrucción de esta zona destartalada de Bagdad está esperando a la vuelta de la esquina.
El punto: La situación en Irak es mejor de lo que Ud. piensa comparado con el "si hay malas noticias, ésa es la noticia" que domina los telediarios.
Los desafíos aparentemente obstinados en Faluya, Nayaf, Samarra, Bagdad y Ramadi no deben ser subestimados bajo ninguna circunstancia. Pero estos problemas –confinados principalmente en las grandes zonas urbanas del Triángulo Suní - deberían ser contrastados con el resto del país, que ha sido pacificado y está bajo control militar. (Recuerde: Irak es del tamaño de California o de Suecia)
Los iraquíes necesitan tomar control de su seguridad lo antes posible. Victorias militares, que deben incluir fuerzas iraquíes para aumentar su autoestima, deben ser rápidamente seguidas por ayuda económica en la zona disputada.
Seguramente seguiremos viendo violencia hasta que lleguen la elecciones americanas el próximo mes y las elecciones iraquíes en Enero. Pero, si los americanos (en colaboración con sus socios iraquíes) mantienen la presión política y la ofensiva militar como se ha hecho últimamente, la estabilidad y la paz están a la vista.
Peter Brookes ha sido Sub-assistente de la Secretería de Defensa de los Estados Unidos y actualmente es Miembro Senior de la Fundación Heritage, columnista del New York Post y Director del Centro de Estudios Asiáticos.©2004 Peter Brookes
©2004 Traducido por Miryam Lindberg
Libertad Digital agradece a la Fundación Heritage el permiso para publicar este artículo.