Bosnia es hoy una república musulmana, y Kosovo en camino. Las luchas en Macedonia indican que el objetivo de los rebeldes es agrupar a sus correligionarios en un área segura. El resultado deseado es la creación de otro enclave musulmán, como existe un enclave católico, Croacia, y otro ortodoxo, Serbia.
La antigua Yugoslavia ocultaba, por su estructura política la heterogeneidad religiosa real. Al desmembrarse han surgido, como factores de identidad “nacional”, las religiones. Y la búsqueda de autonomía política ha acentuado las diferencias. El resultado es que la religión es hoy un factor decisivo, al menos en esa región, en el hacer político y por ello en la reorganización y estructuración del área.
Al formarse repúblicas musulmanas en torno a Albania estas acabarán reuniéndose y formando la Gran Albania. Dado el modo como se ha llegado a la autonomía, por la guerra religiosa, las formas más ortodoxas, es decir las islamistas, serán predominantes en esa Gran Albania. Ya se puede observar esta orientación en Bosnia y en grado menor en Kosovo. El fenómeno es natural ya que si es la religión el factor diferenciador ante los otros pueblos e integrador en el seno de la comunidad, cuanto más ortodoxia mayor coherencia. La Saria como ley social, el Santo Coran como referencia absoluta, son necesarios para que estas repúblicas subsistan. Su extremismo religioso no es una moda, es una necesidad política.
La presión cultural del occidente es sin duda un factor de debilitamiento de la ortodoxia musulmana. Para hacer frente a ese peligro de una atenuación segura de la cohesión nacional la respuesta consiste en acentuar la ortodoxia religiosa. La, o las, repúblicas musulmanas de Europa tendrán que ser islamistas en el sentido más extremo del termino. Serán frontera cultural. Como lo fue en el pasado.
Ocultar el carácter religioso de las guerras en esas tierras sólo sirve para ayudar a no comprender lo que esta sucediendo allí y a catalogar a los combatientes como terroristas. La verdad es la verdad aunque no la diga Agamenon.