Pero no menos cierto es que el Focus no tenía un motor Diesel con el que poder lucirse adecuadamente. El TDdi de 90 CV, que hasta ahora defendía el pabellón en estas lides como versión más potente, no tenía el gancho suficiente para ser el “top” de la gama, hándicap que se ha solucionado adecuadamente con la puesta en escena del TDCi de 115 CV que esta semana probamos.
DIESEL DE ÚLTIMA GENERACIÓN
Además de su moderna construcción, con alimentación por un raíl común de segunda generación —que admite unas presiones de inyección más altas— y provisto de un turbocompresor de geometría variable, su potencia, 115 CV, o sus valores de par motor, con más de 25 mkg a sólo 1.850 rpm, garantizan unas prestaciones de sobrada solvencia para competir hasta con el VW Golf TDi de 115 CV, la referencia más clara de la clase.
Un piropo de estas características resume claramente el potencial del nuevo motor que puede presumir de una homogénea respuesta que, combinada con una rumorosidad muy contenida, llega incluso a confundir a los usuarios más profanos al considerar que van montados en una versión de gasolina en lugar de una Diesel.
Y es que el Focus TDCi invita a conducir sin complejos. La prueba es que se recupera con una gran soltura, muchos motores de gasolina con una potencia similar se pondrían rojos como un tomate en esta maniobra, y sus aceleraciones siguen el mismo camino. Por supuesto, los consumos, otro de los factores claves en este tipo de motores, saben contentar a los que persiguen una destacable economía de uso, y la prueba son los 7,7 litros a los 100 km que hemos registrado en nuestro ensayo.
El avance, siempre comparado con el TDdi de 90 CV, es como de la noche al día, aunque tampoco es menos cierto que cada uno va dirigido a un cliente muy concreto. El del TDCi, sin duda, además de ahorrarse unas cuantas pesetas al llenar el depósito de combustible, busca un mayor dinamismo que, repetimos, encontrará con toda seguridad.
SERIE LIMITADA
En cuanto al resto, el Focus no prescinde de ninguna de las virtudes ya conocidas. Estamos hablando de una estabilidad simplemente fantástica, junto al Alfa 147 es el coche más brillante en este capítulo, y se comporta como un auténtico GTI, aportando una gran agilidad de reacciones y el suficiente aplomo en curva para practicar una conducción sin ningún tipo de complejos.
Otra de sus bazas es su desahogada carrocería, apta para acomodar a cuatro adultos con más holgura de la esperada y, para que no falte de nada, su estética resulta tan moderna como atractiva.
De momento, este motor sólo se ofrece con la carrocería de tres puertas y en una serie limitada de 1.500 unidades que se denomina RS. Se diferencia por un “look” bastante deportivo con llantas de aleación de 16 pulgadas, diversos aditamentos aerodinámicos y un equipamiento específico, y cerrado, en el que sobresale el aire acondicionado o el equipo de sonido con cargador de CD.
Por lo que respecta a su precio, los 3.075.000 pesetas que cuesta arrojan un saldo bastante positivo, es casi medio millón de pesetas más barato que un VW Golf Tdi de 115 CV, que puede ser definitivo si nos conformamos con el acabado Trend que, aunque todavía no está disponible, ya tiene precio: 2.680.000 pesetas, una cantidad esta última que se nos antoja sumamente competitiva y que puede hacer temblar a más de un Departamento de Marketing rival.