El implacable mercado nos informa cuánto en realidad vale el euro, tomando en cuenta todos los factores económicos del globo terrestre, la mayoría de los cuales necesariamente son desconocidos por las autoridades monetarias debido a la imposibilidad misma de saberlos. Ahora nos informa el presidente del Banco Central Europeo que la tasa de interés de 4,5% es la adecuada. Siendo una importante institución con ejecutivos bien pagados, con abundantes expertos y deslumbrantes oficinas, cualquiera pensaría que las declaraciones del presidente del banco han de ser muy acertadas.
Hace dos años el presidente de la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) dijo que la economía americana se estaba “recalentando” y subió las tasas de interés. El efecto fue inmediato: la economía se “resfrió”. Evidentemente los sorprendió una desaceleración que no pudo haber sido intencionada, ya que para corregir los efectos indeseados de su desatino, en los últimos seis meses ha bajado la tasa de interés cinco veces, como quien dice por empujoncitos para ver qué pasa. Parece que sus equipos de técnicos están bateando, a ver si le pegan.
No es que sus funcionarios y técnicos sean pícaros, como tampoco lo han sido los de las bancas centrales de América Latina y de CEPAL que con sus políticas inflacionarias y demás desatinos económicos arruinaron económicamente a la población del continente. Lo increíble es que no pierden prestigio a pesar de sus desatinos y que obviamente no comprenden la magnitud del daño que con el poder autónomo causaron y siguen causando. Parecen de teflón.
Con una arbitraria decisión, Guatemala paralizó la economía a mediados de 1998, cuando súbitamente elevaron a la estratosfera los intereses, con trágicos resultados para honorables personas que perdieron casas, ahorros, negocios, trabajo, etc. No se debió a mala voluntad, por tanto que no queda más remedio que atribuirlo a un error que jamás podría ocurrir si nadie tuviese ese inmenso poder de imponer su criterio sobre la vida y fortuna de todos los demás.
Definitivamente, no saben tanto como creen y los pueblos pagan los platos rotos.
© AIPE
Manuel F. Ayau Cordón es Ingeniero y empresario guatemalteco, fundador de la Universidad Francisco Marroquín, fue presidente de la Sociedad Mont Pelerin.
FUNCIONARIOS Y TéCNICOS
¿En realidad saben tanto?
Cuando en 1999 salió la nueva moneda europea, el euro, las autoridades europeas creyeron que valdría US$ 1,18. Dos años y medio más tarde, el mercado lo valora en 84 centavos de dólar. Obviamente, esa no era ni la intención ni la predicción de los eruditos economistas del Banco Central Europeo.
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