Ya lo anunciamos aquí: el Heredero ha decidido darse un tiempo, al cabo del cual aclarará si tiene o no futuro su relación con la muchacha noruega. Lo ha hecho porque desea volver a considerar argumentos y razones, y valorar los virulentos brotes de oposición que se han escuchado por estos pagos. Pero el paréntesis ha llevado aparejada una evidente “desaparición” de Eva, y eso ha exacerbado los rumores.
Lo cierto es que hace muchas semanas que no se les ve juntos. Y que determinados anuncios de encuentro en público —como ocurrió con la boda de un hijo de José Luis Alvarez— no se han cumplido. Ahora los ojos se dirigen al 25 de agosto, fecha de la boda de Haakon Magnus de Noruega con Mette Marit. En la Casa Real confirman que el Príncipe Felipe estará allí. Ha sido invitado oficialmente, y asistirá. Es dato seguro. Lo que ya no está tan claro es que Eva Sannum acuda también.
En este ambiente de presagios de ruptura, se ha puesto en boca de la modelo noruega, y se ha destacado, esta frase: “No puedo decir si voy a volver a ver el Príncipe”. Pero se trata de una afirmación tan genérica y con tan diversas interpretaciones que no aclara mucho. Lo que, en síntesis, sí puede concluirse es que la escalada de fotografías y encuentros que contemplábamos en los últimos seis meses ha quedado interrumpida. Y ya es algo. Quizá mucho.
CRóNICAS REALES
¿Dónde está Eva?
En La Zarzuela no quieren hablar de parón, de alejamiento, y mucho menos de ruptura… En realidad no quieren comentar nada que se refiera a la amistad del Príncipe con Eva Sannum, para sí o para no. Han proliferado los anuncios de que el “noviazgo inexistente” se ha terminado pero, lo dicho, en la Casa no añaden nada. Y lo explican: Si no acostumbramos a informar sobre este tipo de asuntos, y no dijimos nada de que hubiera una amistad especial, menos aún apuntaríamos que esa amistad ha dejado de existir. Obvio.
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