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ANDANDO SOBRE EL BÁLTICO

Trekking en el mar, una aventura diferente

Hablar del Golfo de Botnia es para los españoles como hablar del fin del mundo. Un lugar perdido en el extremo norte del Mar Báltico. Por eso, es uno de los mejores sitios para disfrutar del frío, del hielo y poner a prueba nuestra resistencia en una de las aventuras más novedosas que podemos encontrar en invierno. Una manera distinta de ver el mar. La posibilidad de andar y viajar por encima de las aguas. Sólo es necesaria una buena capa de hielo.

Hablar del Golfo de Botnia es para los españoles como hablar del fin del mundo. Un lugar perdido en el extremo norte del Mar Báltico. Por eso, es uno de los mejores sitios para disfrutar del frío, del hielo y poner a prueba nuestra resistencia en una de las aventuras más novedosas que podemos encontrar en invierno. Una manera distinta de ver el mar. La posibilidad de andar y viajar por encima de las aguas. Sólo es necesaria una buena capa de hielo.
Trekking sobre el Báltico
La alternativa propuesta por Ricardo López, desde su empresa Greenlander Adventure, se corresponde con una travesía por el Mar Báltico con esquís y pulka. Una versión light de los grandes exploradores de las zonas polares. Para ello, la organización divide el viaje en dos partes: la primera de carácter teórico, donde el viajero aprende algunas técnicas de las travesías polares, y la segunda ya en el Mar Báltico. Un lugar perfecto para llevar la teoría a la práctica.

La travesía, que se compone de150 Km. a unas temperaturas que oscilan entre los 10 y los 35 grados bajo cero. El pequeño grupo parte desde las afueras de la ciudad de Oulu, situada al norte de Finlandia. La sensación de salir andando a mar abierto no deja de sorprendernos: es una manera rara de embarcarnos, ya que es en esquís. Todo el grupo parte, porteando materiales y víveres, para disfrutar de una experiencia diferente.

Es a partir de ese momento cuando se “abre la veda” hacia el mundo de las sensaciones, en donde se nos aseguran unas vistas increíbles, que se retienen en nuestras retinas de por vida, y de las que nunca nos podremos desprender. Vamos a ver “espejismos de verdad”, como nuestro cuerpo se adapta a temperaturas extremas y al placer de un sencillo plato de arroz con calamares en una pequeña tienda de campaña, mientras el horizonte se puebla de una gigantesca aurora boreal…

A partir de aquí, el frío se convierte en el principal protagonista, de actividades como la pesca en hielo, la sensación de dormir en un igloo hecho por uno mismo, o preparar una cena en noche cerrada con ventisca. Lógicamente, todo ello bajo unas condiciones de seguridad mínimas; no sólo en lo referente al recorrido, sino también con la conexión   continua con tierra gracias a los últimos avances técnicos, como los teléfonos por satélite, Sistema Iridium.

En función de las condiciones climáticas, logramos un mejor rendimiento de nuestra marcha. Si alcanzamos una velocidad de 5 o 6 kilómetros por hora, podemos estar satisfechos. Las pulkas contienes una carga de entre 40 o 50 kilos, pero se desplazan con suavidad sobre el hielo. Uno descubre con delicadeza la utilidad de un infiernillo de gasolina y una bolsa de frutos secos. En los escasos momentos de ventisca, se agradece la mano de un compañero que anima a seguir la marcha.

Cada día aprendemos algo. En el recorrido por el frío los integrantes de la expedición se familiarizarán con el equipo y técnicas de expedición y supervivencia ártica. A los métodos contra el frío hay que unir las técnicas de orientación esquimal, navegación con brújula, sistemas de posicionamiento con GPS, pesca en el mar helado. No son cosas que usemos todos los días, pero aquí son útiles.

Aquí lo importante serán las sensaciones. En la parte central de nuestra aventura, el horizonte es la nada. De noche, sólo el suave resplandor de unas luces hacia el norte nos marca nuestro destino. Es en ese momento cuando más se puede disfrutar del silencio.

Posiblemente al final del viaje nos daremos cuenta que lo más útil ha sido una ”grandiosa parca de pluma”, unos guantes de seda que nos permite agarrar toda clase de utensilios metálicos sin quemarnos, y unas botas de tela que van a permitirnos mantener los pies en una buena temperatura a lo largo de toda la travesía. Al final del viaje, unos sencillos calcetines de plástico van a ser una de las prendas más “útiles” de nuestro sofisticado equipamiento.

FICHA PRACTICA:

Travesía del Mar Báltico con esquís y pulka.

Organiza:

Greenland Adventure. Viajes y expediciones. Tlf 91 859 89 21 o 636 157 232. Precio: 1.495 euros. Días: nueve. Dificultad: Media. Longitud de la travesía: 150 kilómetros.

Clima:

Las temperaturas previsibles son de -10º C a -35º C. Si las condiciones son las normales la temperatura debería rondar los -15º C.

Comidas:

Desayuno: Café, infusiones, cacao, leche, zumo, fruta, yogurt, mermelada, mantequilla, galletas de varios tipos, pan, bizcochos, cereales y muesli.

Comida de Trekking: Pan, queso, chorizo, lomo, salchichón, jamón, latas, paté, mantequilla, frutos secos, chocolate, sopa, bebidas energéticas, zumo, ensaladas, latas variadas.

Cena: Arroz, pasta, puré de patata, ensaladas, verdura (guisantes, judías verdes, menestra...), legumbres (lentejas, fabada...), sopa, carne, cordero, pescado, salchichas, atún, calamares, bacon, huevos, pan, fruta, etc.

Dormir:

Se dormirá en tienda de campaña y cabañas que se encuentran en alguna de las islas por donde transcurre el recorrido.

Más información:

www.visitfinland.com/w5/es/index.nsf/(pages)/Costa_Oeste?OpenDocument&np=E

www.greenlandadventure.com

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