Han sido muchos meses de continuas emociones y hoy Ortega Cano se ha enfrentado a otro de los momentos más difíciles tras la muerte de su esposa. El torero se despedía para siempre de su casa, cumpliendo el deseo de su esposa, y confesaba entre lágrimas: "Con el abandono de esta casa se va parte de mi vida".
El torero salía de la residencia en su coche precedido por una furgoneta cargada con enseres y objetos personales, en la que viajaba su hija Gloria Camila y el matrimonio que trabajaba en la casa. De allí han partido rumbo a Sevilla, donde han fijado su residencia tras poner en venta la casa, tal y como dispuso Rocío Jurado en el testamento. Hace escasas semanas el diestro así lo aseguraba: "En cuanto encuentre colegio para mis hijos en Sevilla, nos vamos al Sur definitivamente, a Yerbabuena, donde Gloria Camila y José Fernando estarán libres y con su padre."
El abandono del hogar, en el que ha vivido con sus hijos, ha coincidido con la fecha de su cumpleaños. Hoy, día 23 de diciembre, Ortega cumple 53 años, pero no va a hacer ningún tipo de celebración. "Me han llamado todos para felicitarme, Rocío, Fidel, Amador... Y he recibido unos regalos muy bonitos de mis hijos", aunque no quiso especificar cuáles fueron los obsequios.
No hay que olvidar que Ortega Cano se enfrenta a las Navidades más tristes, las primeras sin Rocío Jurado, y sin ánimo para realizar ningún tipo de celebración. "Pasaré la Navidad en Yerbabuena. No habrá árbol y el Belén está puesto en el salón de cuando Rocío todavía... Me acostaré pronto y lloraré lo que tenga que llorar, porque es la primera Nochebuena sin Rocío". En Nochevieja regresará a Madrid con sus hijos para cenar junta a su madre, doña Juana, tal y como ha señalado.
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