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TIEMPO LIBRE

Nueva Caledonia

En Nueva Caledonia uno se siente como perdido en medio del Pacífico. Son poco más de 220.000 los habitantes que pueblan estas islas francesas, gente siempre dispuesta a mostrar al visitante lo mejor de su cultura.

En Nueva Caledonia uno se siente como perdido en medio del Pacífico. Son poco más de 220.000 los habitantes que pueblan estas islas francesas, gente siempre dispuesta a mostrar al visitante lo mejor de su cultura.
Noumea, la capital, es una ciudad que nos invita a descubrir lo mejor de su vida nocturna. En las discotecas suena el reggae, la rumba, los ritmos de resonancias africanas... Para combatir los calores propios del lugar y del movimiento, nada mejor que saborear una cerveza; la Número 1, por ejemplo, que es de aquí.
 
Conviene visitar la Place des Cocotiers, donde los lugareños se pasan horas jugando a la petanca, y la catedral de Saint Joseph, construida en 1887.
 
El sudeste de la isla Grande Terre merece una visita, especialmente los pueblos de la costa, donde puede uno hacerse a la idea del estilo de vida canaco (los canacos son los neocaledonios de origen melanesio).
 
También en el sur se encuentra La Conception, una pequeña villa levantada por los maristas a finales del siglo XIX y que sirve de puerta de entrada a la misión de Saint Louis, cuya iglesia, de 1859, es la más antigua del archipiélago.
 
En el corazón de Grande Terre nos espera la Plaine des Lacs, donde los lagos se suceden uno tras otro, y en Pernod Creek, 20 kilómetros al norte del parque Rivière Bleue, las Chutes de la Madeleine, bellas cascadas donde es posible hacer un picnic, descansar y echarse un baño.
 
La Île des Pins, conocida por sus habitantes como Kunié, está a 20 minutos en avión desde Noumea. Su denso bosque de pinos y su espectacular anillo coralino la convierten en un destino inolvidable. Situada 70 kilómetros al sur de Grande Terre, sirvió como penitenciaría, pero ahora es una de las mecas del turismo internacional y un importante centro de submarinismo.
 
Las islas Loyauté (Maré, Tiga, Ouvéa y Lifou) están un centenar de kilómetros al noroeste de la Grande Terre. Las casas circulares con tejados cónicos, las calas de las bahías, las cuevas de agua fresca, los acantilados vertiginosos y los lagos conforman un paisaje maravilloso. Hay que dar rienda suelta a la imaginación y hacer lo que nos plazca.
 
 
DÓNDE DORMIR
Le Paris. Rue de Sebastopol, 45-47, Noumea. Desde 90 euros.
Novotel Surf. Desde 80 euros.
 
DÓNDE COMER
–1881. Anse Paddon, Nouville, Noumea. Precio medio: 25 euros.
– Chaumiere. Rue du Dr. Guégan, 13, Noumea. Precio medio: 30 euros.
 
MAS INFORMACIÓN
www.nouvellecaledonietourisme-sud.com
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