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AÑO Y MEDIO DESPUÉS DE CONOCERSE

Nicole Kidman y Keith Urban se han casado en Sydney

Nicole y Keith se encontraron por primera vez en enero del año pasado, en una cena ofrecida en Los Ángeles a personalidades australianas. Cuentan que la actriz quedó prendada del magnetismo del cantante y le dio su número de teléfono. Pero él se tomó su tiempo para llamar. Había roto poco antes con su novia, la modelo Niky Taylor, y necesitaba coger aire antes de implicarse en una nueva relación. Fue en primavera cuando se decidió a marcar, y la pareja disfrutó de una primera cita de ésas de película de Hollywood.

Nicole y Keith se encontraron por primera vez en enero del año pasado, en una cena ofrecida en Los Ángeles a personalidades australianas. Cuentan que la actriz quedó prendada del magnetismo del cantante y le dio su número de teléfono. Pero él se tomó su tiempo para llamar. Había roto poco antes con su novia, la modelo Niky Taylor, y necesitaba coger aire antes de implicarse en una nueva relación. Fue en primavera cuando se decidió a marcar, y la pareja disfrutó de una primera cita de ésas de película de Hollywood.
Nicole Kidman.
Pasearon por el Central Park de Nueva York en plena fiebre floral, y la eclosión sentimental llegó al momento: "Ha sido muy romántico", le comentaba Nicole poco después a una amiga. "Es decente, cariñoso, increíblemente listo, sensible y sexy. Es un equipaje completo. Es fácil hablar con él, no está chiflado y no lleva consigo un equipaje emocional, por lo menos que yo pueda ver. Me comprende y entiende mi mundo".
 
En esos primeros días la actriz hablaba a los suyos con la emoción de haber encontrado, casi cinco años después de su traumática separación de Tom Cruise, y de sus breves relaciones con Lenny Kravitz y Steve Bing, a un hombre que parecía encarnar sus sueños de los últimos años.
 
Encuentros clandestinos
 
Decidió entonces blindar su intimidad y no exponerse al ojo público. Por este motivo, a aquel primer paseo siguieron otros encuentros "clandestinos", en los que la pareja disfrutaba montando en moto por Woodstock o cenando en rincones escondidos a la curiosidad en Litchfield (Connecticut).
 
Por aquellos días de verano cada vez era más difícil esconderse, y ya comenzaba a rumorearse que la estrella de cine y la estrella del country se habían enamorado. La primera reacción de Nicole fue negar lo que para muchos era una evidencia. A la actriz se la vio también por esos días en la gira del artista Keith's Alive in '05, y, según señalaban fuentes cercanas, "eran inseparables". "Era obvio que algo estaba pasando allí, mucho más que una situación entre amigos. Se podía ver que algo verdaderamente especial estaba ocurriendo entre ellos".
 
Mientras su ex marido, Tom Cruise, recorría el mundo y los platós de televisión proclamando a los cuatro vientos su amor por Katie Holmes, Nicole Kidman vivía el suyo celosamente en privado. "Nicole está loca por Keith, pero no quiere gafar la relación hablando sobre ella en público", comentaba un amigo de la actriz. "Keith es perfecto para ella. Es tranquilo, un gran tipo. Está centrado en su carrera pero no tiene todas las tonterías que parecen inherentes a ella".
 
Nashville, la cuna del country, se convirtió para Nicole y Keith en el refugio de su amor. Allí podían estar tranquilos sin que nadie les persiguiera, lejos de las luces y los focos de rodajes y escenarios. Quizá la razón más importante por la que ella quería tanta discreción fue el mantener protegidos a Isabella, de trece años, y Connor, de once, que ya habían sufrido el divorcio de sus padres y no quería que hubiera otra posible "figura paterna" hasta no estar ella segura de que sería el definitivo: "Mis hijos son muy importante a mí".
 
El anillo de compromiso
 
Las pruebas del romance llegaron hacia finales de año, cuando ya se había consolidado. Fotografiados de la mano por las calles de Boston en noviembre, un detalle en el atuendo casual de Nicole llamó poderosamente la atención de los medios: el anillo de brillantes que lucía en el dedo anular de su mano izquierda. Al parecer, su novio le había propuesto matrimonio durante una romántica cena el día de su 38 cumpleaños, en octubre. Ese mismo mes hubo una cita muy importante en Nashville: por la festividad de Acción de Gracias organizaron una reunión familiar para que los padres de ambos se conocieran.
 
Todo apuntaba a que la cosa iba en serio. Pero, como en cualquier cuento que se precie, también hubo que superar algunos escollos para que se cumpliera el dicho de "fueron felices y comieron perdices". La relación, según se dijo, pasó por un bache a principios de este año, cuando Nicole decidió anular el compromiso por temor a que Keith no hubiera superado sus época más salvaje. "Muchos de sus amigos estaban preocupados por la reputación de mujeriego de Ketih y no querían que le volvieran a partir el corazón a Nicole. Ella siente que no está preparado para sentar la cabeza".
 
Superada la crisis, llegó la primera aparición en público de la pareja. Fue sin estridencias, sin posar en la alfombra roja pero ante todo el mundo, en la gala de los Grammy, donde él fue premiado; pocas semanas después era Nicole quien le llevaba a su terreno, a la ceremonia de los Oscar.
 
Los rumores de boda eran ya incontenibles en marzo –al parecer, la primera fecha prevista para en enlace–, pero fue el pasado mayo, en una gala de Unifem, organismo del que Nicole es embajadora de buena voluntad, cuando la actriz acabó con todas las incógnitas sobre su situación sentimental: "Es mi prometido. No habría traído a alguien que sólo fuera mi novio".
 
 
Más información, en HOLA.
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