El anuncio de la nueva paternidad de Don Felipe y Doña Letizia se produce a poco más de un mes del primer cumpleaños de la infanta Leonor –nació el 31 de octubre en Madrid– y diez días después del 34º aniversario de la Princesa –sin duda, su estado de buena esperanza habrá sido su mejor regalo de cumpleaños–. Asimismo, coincide con la noticia del tercer embarazo de la princesa Máxima de Holanda –los Príncipes de Orange esperan su tercer hijo para mediados de abril.
Aunque la Princesa se encuentra bien y su médico no le ha recomendado que guarde reposo, sufre "las molestias propias de los primeros meses de embarazo"; por eso no asistió el martes a la cena de gala que ofrecieron los Reyes, con el resto de la Familia Real, al presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, y a su esposa, María Alves da Silva, en el Palacio de Oriente. De momento, Doña Letizia mantiene su agenda oficial.
La buena nueva pone de manifiesto la necesidad de iniciar la reforma de la Constitución en materia de sucesión a la Corona para poner fin a la preferencia del varón sobre la mujer en el acceso al Trono. Actualmente, la infanta Leonor ocupa, tras su padre, el príncipe Felipe, el segundo lugar en la línea sucesoria. En estos momentos, la Infanta sólo llegará a ser Jefe del Estado en el caso de que no tenga hermanos varones. De nacer un chico antes de la enmienda constitucional, la infanta Leonor perderá la prioridad en la sucesión.
La modificación constitucional, que afecta al artículo 57.1 y fue prometida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, requiere un complicado proceso, que pasa por la disolución de las Cortes.
El segundo hijo de los Príncipes de Asturias será el octavo nieto de los Reyes. Las infantas Elena, de 41 años, y Cristina, de 39, tienen seis hijos entre las dos, cuatro varones y dos niñas.
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