Son las tierras de Viriato, pobres pero sorprendentes, con miles de años de historia y un paisaje entre mágico y nostálgico, regado por el Montego, que fluye por una verde campiña hasta Coimbra y riega los campos de arroz de Montemor-o-Velho.
Junto a la frontera española, al este de Viseu, se encuentra la Sierra de la Estrella, con las mayores alturas del territorio portugués peninsular (unos 2.000 metros). El paisaje montañoso es espectacular, y está salpicado de castillos, villas y juderías medievales. Por lo que hace a la gastronomía, cabe destacar su famoso queso de oveja (quijo da Serra), los licores dulces y los productos de la matanza.
En Guarda, la ciudad más alta de Portugal, nos esperan el aire puro y la belleza austera, y una espléndida catedral gótica del siglo XIV. El camino hacia el sur nos lleva por rincones interesantes y apenas visitados por los turistas, como Belmonte, con su castillo medieval, o la capilla erigida en memoria de la familia de Cabral, el descubridor del Brasil, así como la torre vigía de Centum Celas, que nos recuerda que por aquí pasaron los romanos.
Es esta zona de castillos fronterizos, como los de Sabugal, Trancoso y Celorico da Beira. No muy lejos de Belmonte, hacia el sur, se encuentra el complejo turístico de deportes de invierno de Covilha, entre montañas de clima sorprendentemente que acogen almendros en flor ya en febrero y huertos célebres por sus peras.
Manteigas es un típico pueblo de montaña, en el bellísimo valle glaciar del río Zézere, que pasa rápido sobre su lecho de granito. Y, para descansar sin prisa alguna, muy cerca tenemos el balneario de Caldas de Manteigas, con sus aguas medicinales y su piscina térmica.
Buena parte de la Sierra de la Estrella cuenta con el distintivo de Parque Natural. En sus zonas más altas se pueden practicar el esquí y otros deportes invernales. Hay lugares que no se puede dejar de visitar, como el Lago Viriato, los monumentales peñascos de los Cántaros, y los manantiales de Mondego y Zézere.
Entre la Sierra de la Estrella y Coimbra, el valle del Dao es tierra de vinos tintos del color del rubí, espirituosos y delicados; o blancos suaves, afrutados y muy aromáticos. Las localidades más interesantes de la zona son Mangualde y Nelas; la primera está presidida por un palacio del siglo XVII que se puede visitar.
Los amantes de la historia tienen una cita imprescindible con Coimbra y Buçaco. Coimbra es la gran capital de las Beiras, y la ciudad universitaria portuguesa por excelencia. Allí han estudiado los grandes poetas e intelectuales del país (Camoens, San Antonio de Padua, Eça de Queiroz...), que no dejaron de ensalzar su divertido ambiente estudiantil y su airosa silueta, sobre la corriente del río y dominada por la torre cuadrada de la universidad. Buçaco, por su parte, es ciudad de lujos y magnificencia. La circunda uno de los más bellos y románticos bosques de Portugal, protegido por la larga muralla que levantaron los carmelitas descalzos en el siglo XVII.
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