El enclave elegido no es casual. A poco más de media hora de Dublín, y en un entorno idílico… uno de esos lugares donde el golf se convierte en religión. El K Club es considerado uno de los mejores campos de Europa. Un club diferente, que responde a los caprichos de su propietario, Michael Smurfit.
Técnicamente son dos los campos de golf del club, ambos diseñados por Arnold Palmer: el Smurfit, sede del Open Europeo en 1995, y el North Course. En total, una superficie total de 550 acres a orillas del río Liffey.
Los campos forman parte de un complejo hotelero presidido por una mansión cuyas primeras piedras estaban ya en Kildare el siglo VI. Conocida como Straffan House, sus propietarios fueron lores ingleses e irlandeses ilustres.
Los restauradores consiguieron incorporar pabellones a la casa sin rebajar un ápice su aspecto señorial. La estructura del edificio condiciona el aspecto del conjunto. Por lo que hace a la decoración, abundan las telas de flores y rayas, las esculturas, los retratos decimonónicos y los motivos hípicos.
Las habitaciones son generosas en metros y equipamiento. Los cuartos de baño son verdaderos templos de relajación. Al abrir las ventanas, la campiña irlandesa se despliega ante nuestra vista: uno tiene la sensación de que un trozo de jardín, un meandro del río o un hoyo del campo de golf se cuela en las habitaciones. Un lujazo…
Tenemos a nuestra disposición tres restaurantes, además de un roomservice que funciona las 24 horas. Monza es el nombre del restaurante italiano: es bastante informal, y sirve platos de pasta, ensaladas y rissotos. Más elegante es el Legends: su cocina refleja las tendencias de la nueva cocina irlandesa, con especial énfasis en el pescado y el marisco o los platos de caza. Pero donde verdaderamente se puede degustar la "New Irish Cuisine", tan de moda en todo el país, es en el restaurante Byerley Turk.
Pero el deporte no debe quedar en segundo plano. El campo de trabajo es un tapete esmeralda. La Ryder se jugará en el North Course (par 71): tiene un recorrido de unos 6 kilómetros, y es tan espectacular que puede resultar igual de atractivo que frustrante. Pero todo el mundo está de acuerdo en decir que es capaz de sacar lo mejor de cada jugador. Uno de los hoyos más interesantes es el 7 (par 5): arena, agua y, en mitad de una pequeña isla en el río, el green. El más difícil es el hoyo 16, donde se juega el todo o nada en dos golpes.
Tenemos otra opción: el Campo Sur, o Smurfit, un par 72 de recorrido algo más largo. Es más abierto que el anterior, con más vegetación, y el agua hace acto de presencia especialmente en los últimos 6 hoyos. El número 7 representa un buen reto incluso para los grandes profesionales: 554 metros de intrincado recorrido, con cascadas y pequeñas lagunas. Ánimo y suerte…
Straffan, Co. Kildare. Irlanda.
Teléfono: 00 3531 6017200.
Habitaciones: 69.
Precio: Desde 265 euros.