La primavera llega a Moscú

La Plaza Roja y el Kremlin son el centro político y cultural de la capital de Rusia desde hace casi nueve siglos. Pero aquí había gente desde mucho antes: en el Kremlin –erigido como fortaleza en el siglo XI– los arqueólogos han descubierto restos de poblados prehistóricos con unos 4.000 años de antigüedad.

 

El Kremlin es sinónimo de poder en Rusia. Desde él gobernaron el país gentes como Iván el Terrible, Lenin, Stalin, Nikita Jruschov, Mijaíl Gorbachov, Borís Yeltin y, ahora, Vladímir Putin.

En torno al Kremlin se encuentran otros lugares de gran interés turístico, como la catedral de San Basilio, con su cúpula en forma de cebolla. Dado que el exterior es espléndido, tal algunos queden un poco decepciones con el interior del santuario. ¿Qué mas se puede visitar? Pues la tumba de Lenin, o los grandes almacenes GUM, construidos en el siglo XIX con el objeto de que albergaran hasta ¡mil! tiendas.

Moscú, claro, no es sólo la Plaza Roja. También es... su famoso metro, que cuenta con más luces y mármoles que un palacio. Nada menos que 44 estaciones han sido declaradas monumentos arquitectónicos. Así que sí, merece la pena dedicarle un rato.

 

Por lo que hace a los museos, la capital de Rusia cuenta con unos cuantos. Destacaremos dos: el Pushkin State Fine Arts Museum, en el suroeste de la ciudad, con notables piezas del Renacimiento en adelante, y la Tretyakov Gallery, cerca del parque Gorki, que reúne la mejor colección de iconos rusos y una elegante colección de arte prerrevolucionario. En cuanto a los amantes de las Letras rusas, pueden visitar las casas-museo de Tolstoi, Puskin, Dostoyevski, Gogol o Lermontov.