Marie Cavallier, de 31 años, y un sutil parecido a la princesa heredera, Mary Donaldson, nació en París y vive en Ginebra, al igual que sus cuatro hermanos, desde el divorcio de sus padres. Marie, estudió en Boston, residió en Nueva York, y en la actualidad trabaja en la compañía financiera de su padrastro.
Aunque Marie y el príncipe danés se conocieron hace tres años, en Copenhague, durante una cena privada, los rotativos de la capital dieron por sentado en su momento que la relación entre ellos como pareja había comenzado después de la separación de Joaquín y la princesa Alexandra de Dinamarca (se divorciaron en 2005 tras diez años de matrimonio). También, que habían podido vivir con libertad su romance durante casi un año porque no fue hasta que Joaquín la invitó a conocer su hacienda en Schackenborg (además de príncipe, es Señor de Schackenborg)- cuando los periodistas daneses interpretaron “el gesto real” como algo digno de ser revelado en las crónicas de sociedad (hasta entonces, sus citas tenían lugar en Londres y París, la ciudad donde vive el padre de Mary y donde ésta dispone de un apartamento).
Aunque Marie causó muy buena impresión cuando ella misma se identificó con toda la naturalidad como la novia del príncipe Joaquín, no dejó de llamar la atención el hecho de que se mostrara tan extrovertida a la hora de hablar de sentimientos tan personales (tratándose del hijo de la Reina) y sobre todo, que les contara a los medios de comunicación daneses lo feliz que era al lado de un hombre tan maravilloso confirmándoles en el primer encuentro que tuvo con la prensa en plena calle que “le amo con todo mi corazón”.
La actitud de Marie celebrada por la mayoría de los daneses fue censurada por los monárquicos defensores del protocolo real secular quienes no se escondieron a la hora de decir que Marie Cavallier había tenido un comportamiento “inapropiado” para una novia que aspira a convertirse en princesa y que, con esa actitud, nunca llegaría a buen puerto con el Príncipe Joaquín. Como así fue.
El 28 de julio de este mismo año la revista danesa Billed-Bladet publicaba la noticia de la ruptura de la pareja. “Ya no somos novios. Hemos acordado separarnos. Somos personas adultas, así que no hay nada odioso en ello", declaraba Marie Cavallier a la citada publicación sin entrar en más detalles.
El hijo menor de la reina Margarita y la joven francesa ponían fin a su relación a larga distancia, tras diez meses de e-mails; conversaciones telefónicas, encuentros de fin de semana y periodos de vacaciones juntos. No se dieron más explicaciones, pero de alguna forma, nunca se negó la posibilidad de que el final de su noviazgo tuviera que ver con las presiones externas que el Príncipe recibió después de que la corte danesa “conociera” a Marie a través de los medios de comunicación.
Olvidadas todas las penas y celebrando casi la Navidad, la pareja ha sido fotografiada de nuevo en una actitud mucho más medida y “misteriosa”. El Príncipe y su novia no negaron la evidencia de la reconciliación cuando fueron “pillados” hace algunos días en actitud de enamorados –el hijo menor de la Reina confirmó que sí, que habían vuelto-, pero tampoco se molestaron en dar más explicaciones.
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