El príncipe Guillermo es rico gracias a la herencia de su bisabuela, la Reina Madre, y, sobre todo, a la de su madre: se calcula que los hijos de Diana de Gales percibieron unos 30 millones de euros (una vez pagados los impuestos preceptivos). Dicha fortuna se puso a plazo fijo (se estima que genera una renta anual de 800.000 euros) hasta que sus beneficiarios pudieran decidir por sí mismos qué hacer con ella.