Menú
POR SU 18º CUMPLEAÑOS

Fiesta de disfraces en honor de la princesa Beatriz

La princesa Beatriz marcó por todo lo alto su transición a la edad adulta, y lo hizo dando un paso atrás en el tiempo. La primogénita de los Duques de York, que cumplirá los 18 dentro de dos semanas, reunió el pasado sábado en el castillo de Windsor a familiares y amigos, en una espectacular fiesta de máscaras ambientada en la era victoriana.

La princesa Beatriz marcó por todo lo alto su transición a la edad adulta, y lo hizo dando un paso atrás en el tiempo. La primogénita de los Duques de York, que cumplirá los 18 dentro de dos semanas, reunió el pasado sábado en el castillo de Windsor a familiares y amigos, en una espectacular fiesta de máscaras ambientada en la era victoriana.
La celebración, de casi 600.000 euros, la más fastuosa en la citada residencia real desde el 21º aniversario –al son de ritmos africanos– de su primo el príncipe Guillermo, hace tres años (21 de junio de 2003), convocó a un ejército de adolescentes (amigos de la princesa) y celebridades (amigos de sus padres, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson), ataviados con trajes de época de finales del siglo XIX; concretamente, de 1888. Se escogió tal fecha para jugar con la fecha de nacimiento de Beatriz: las 8:18 (pm) del 8 del 8 de 1988.
 
La princesa Beatriz fue la reina absoluta del baile. No tuvo rival. Dejó a todos los invitados con la boca abierta con su fascinante y turbador vestido, de casi 15.000 euros, de la firma inglesa de alta costura Marchesa, especialmente traído para la ocasión desde Nueva York. Los diseñadores Georgina Chapman y Keren Craig, de Marchesa, comentaron que la nieta de la reina Isabel II tuvo claro desde un principio cómo quería que fuese su puesta en escena: "Trabajamos de cerca con ella, incorporando detalles elaborados para crear una joya".
 
Su madre, Sarah Ferguson, y su hermana, la princesa Eugenia, se decantaron por sendos diseños de Barbara Matera, conocida por su labor como responsable del vestuario de la serie de televisión La Familia Adams.
 
Quinientos invitados
 
Acompañaron en la señalada cita a la princesa Beatriz y a su familia los condes de Wessex, Peter y Zara Phillips, hijos de la princesa Ana; la ex modelo Angie Everhart, que asistió como acompañante del príncipe Andrés, con un ceñido corsé negro y falda a juego; Demi Moore, que acudió junto a su esposo, Ashton Kutcher, con un pomposo vestido victoriano de color plata, Elle Macpherson y los hijos de Ozzy Osbourne, Jack y Kelly.
 
Sorprendió la ausencia de los miembros más destacados de la Familia Real inglesa. No asistieron ni la reina y su esposo, el Duque de Edimburgo, que pasaron el fin de semana en Sandringham; ni el Príncipe de Gales y su esposa, la Duquesa de Cornualles; ni los príncipes Guillermo y Harry, que en cambio sí habían acudido con sus novias a un partido de polo el sábado por la mañana. Pero las adolescentes encontraron consuelo a su desilusión por no ver a los guapos nietos de la reina Isabel con la presencia del primogénito de la princesa Carolina, Andrea Casiraghi.
 
La mitad de los 500 invitados a la fiesta llegaron a tiempo para disfrutar, a las 19:30 horas, de una recepción de champán y canapés en la histórica cámara de Waterloo, antes de la cena, celebrada en el salón vecino de St. George. Para hacer la velada más íntima, la princesa Beatriz pidió al personal de la reina que sacara la mesa del banquete de gala y la reemplazara por varias docenas de mesas más pequeñas, con asientos para diez invitados, en las que se dispuso un "folleto de cumpleaños" para cada comensal que mostraba un montaje de fotografías de su niñez.
 
Tras el discurso del príncipe Andrés, el castillo de Windsor se llenó de acordes de vals, seguidos de hip-hop y hasta de rap. El baile fue amenizado con actuaciones musicales y circenses.
 
 
Más información, en HOLA.
0
comentarios