La cantante parte como favorita, aunque reconoce que "los bailes de salón nada tienen que ver con sencillas coreografías que hacía con las chicas", por lo que teme ser expulsada en la primera ronda.
Tal es la presión a la que está sometida que rompió a llorar en dos ocasiones durante el ensayo semanal. "Voy a dar lo mejor de mí, pero nunca antes haba hecho bailes de salón. Si quieren ver un buen espectáculo, les daré buen espectáculo, pero quiero que entiendan que no soy una profesional", dijo la artista, de 30 años. "Si me eliminan el próximo sábado, será una gran desilusión para mí, y probablemente volveré a llorar", añadió. Los concursantes tendrán que defender una rumba y un quickstep .
Entre baile y baile, la cantante continúa los preparativos de su boda, que tendrá lugar en marzo. Con motivo de su enlace, Emma quiere reunir a las Spice Girls de nuevo, y "sueña con que puedan volver a cantar juntas de nuevo ese día", tal y como ha revelado a la prensa británica un amigo de la pareja. La reunificación contaría con la presencia de Geri Halliwell, la primera de las chicas picantes que dejó la banda (1998), que finalmente se disolvió en 2001.
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