Los reyes Abdalá y Rania de Jordania también han sido espectadores de excepción de una parada en la que marchaba el Heredero al trono británico, junto a los hijos del Rey de Bahréin –uno de los países más pequeños de Oriente Medio– y del gobernante de Dubai, entre los 484 cadetes, durante el tradicional Desfile del Soberano en la popular escuela en Camberley, Surrey.
"Sois soldados, no guerreros"
El rey Abdalá II de Jordania representó en el desfile a la reina Rania, que una vez más hizo alarde de su belleza y elegancia con un conjunto de chaqueta blanca y falda estampada de flores, y pasó revista a los oficiales, a los que dijo: "Aunque nos entrenemos en la profesión de las armas, nunca olvidad que sois soldados, no guerreros, y que el conflicto armado es siempre la peor solución y, por tanto, debe ser la última manera de zanjar las disputas".
Hace 25 años, el soberano jordano también fue cadete de Sandhurst, siguiendo los pasos de su padre y de su abuelo, que recibieron la instrucción militar en esta misma academia. Hoy, dos décadas y media después, recordando su misma experiencia, se ha dirigido a los jóvenes cadetes advirtiéndoles de que la profesión que han elegido "es de las exigentes y, a la vez, más gratificantes, porque hombres y mujeres se volverán a vosotros cuando las cosas vayan mal".
Un rifle SA80
El príncipe Guillermo ya ha completado dos tercios de su formación militar en Sandhurst y espera ser comisionado en diciembre como oficial del Ejército. Su hermano, el príncipe Harry se graduó el pasado mes de abril en la misma escuela y se unirá próximamente al regimiento de los Blues and Royals de la Caballería de la Guardia Real, donde servirá en una unidad blindada de reconocimiento. El príncipe Guillermo, como cadete intermedio, llevó un rifle SA80 durante el desfile y demostró cuánto habían mejorado sus habilidades militares tras meses de duro entrenamiento. La estatura del Príncipe, superior a un metro ochenta, supuso que fuera situado al final de la compañía de cadetes. Cuando todos desfilaron ante el rey Abdalá, primero a paso lento y después a rápido, el primogénito del Príncipe de Gales ignoró la orden de "ojos rectos" cuando él era el "guía", que ayuda a mantener a los cadetes en una línea recta.