La primera residencia capitalina del escritor canario estaba en la calle del Olivo; luego pasó a ser inquilino de una pensión de la calle de las Fuentes, muy cerca del Teatro de la Ópera. El edificio sigue ahí, y una inscripción nos recuerda que Galdós lo habitó.
El creador de los Episodios nacionales vivió también en una casa de la calle Lavada, la actual Mesonero Romanos. No podremos contemplarla, pues se echó abajo hace cosa de 30 años. El Galdós de Lavada era nocherniego, un tipo con ganas de vivir la vida.
Con el éxito vino el desahogo económico, y con éste una casa más grande, en el número 8 de la calle Serrano, también entonces emblema del Madrid más lujoso y rico. No se conserva. No fue la última.
Turno ahora para la que ocupó en la plaza de Colón, obra del arquitecto de moda de aquel momento, Aníbal Álvarez. Por allí pasó todo el que tenía algo que decir en la República de las Letras, ya fueran amigos o enemigos del anfitrión. Así pues, pasó Emilia Pardo Bazán, que posteriormente describiría la casa con todo lujo de detalles en una de sus obras.