El Canal de Castilla

Las obras se iniciaron en 1753 y finalizaron en 1849. El Canal de Castilla, o lo que queda de él, se extiende por las provincias de Valladolid y Palencia y consta de tres ramales, que confluyen cerca de Palencia capital. Tiene 207 kilómetros, una anchura de entre 10 y 20 metros y un calado de entre dos y tres metros. Los caminos de sirga que lo flanquean son perfectos para caminar o hacer cicloturismo.

 

Atravesaremos lugares por los que merece la pena hacer un alto en el camino. Uno de ellos es Frómista, por donde pasa asimismo la Ruta Compostelana. De entre los trigales emerge la gran joya del románico castellano, la iglesia de San Martín de Frómista, nacida a la sombra de un antiguo monasterio benedictino.

 

Volvemos a emprender la marcha. Atravesamos Piña de Campos y Amusco, donde podremos contemplar "el pajarón de Campos" –así se conoce a la espadaña de la iglesia de San Pedro–. Más adelante, a la altura de Calahorra de Ribas, da inicio el Canal de Campos, cuyas orillas –al menos desde Becerril de Campos hasta Paredes de Nava– sombrean numerosos álamos y sauces.

 

Tras Paredes de Nava daremos con Abarca, y después con Medina de Rioseco, "la ciudad de los Almirantes", no en vano fue sede del Almirantazgo de Castilla.

 

Si retrocedemos y optamos por seguir el tramo del canal que discurre entre Grijota y Valladolid, podremos visitar Dueñas, un pueblo palentino erigido sobre los restos de un castro prerromano. Es un buen lugar para comprar queso y chocolate de elaboración artesanal...y para escuchar el bellísimo cante gregoriano de los monjes de la localidad.

 

Al dejar atrás Dueñas nos esperan los valles del Cerrato, donde el paisaje se torna más áspero. No podemos dejar de visitar San Juan de Baños, una de las mejores iglesias visigóticas que quedan en pie, erigida en las proximidades de un manantial sagrado de los romanos.