Como cualquier pareja de padres primerizos, Federico y Mary estaban deseando poder pasar más tiempo de forma relajada con su hijo, el verdadero rey de la familia. Así que, hasta la llegada de las merecidas vacaciones y del esperado momento de compartir con su pequeño cada minuto, los príncipes no se han resistido a saborear por adelantado unas divertidas jornadas al aire libre con el niño de sus ojos, aprovechando algún día libre de compromisos oficiales y el buen clima. Fruto de estos ratos familiares en los jardines de su residencia son las fotografías privadas que han hecho públicas, en las que se ve a su primogénito disfrutando a lo grande del primer verano de su vida. Las bellas y tiernas imágenes de Christian, que no tardará en sostenerse de pie él solito, muestran al pequeño tomando sus primeros baños en una piscina hinchable.
La segunda remesa de fotografías son del inicio de su veraneo en Grasten. Federico, Mary y el pequeño se dirigieron en barco a esa localidad danesa, su primer destino de vacaciones –pero, previsiblemente, no el único–. Si continúan la tradición de otros años, también irán al sur de Francia y a Skagen.
No ha pasado por alto para la prensa danesa el hecho de que, por segunda vez, la princesa Mary llevara puesto uno de los trajes premamá que lució el año pasado, durante el embarazo de Christian. La primera vez, el mes pasado, durante su visita a la isla de Bornholm, ya generó especulaciones sobre un nuevo embarazo. Un rumor que no ha tenido confirmación por parte de Lis Frederiksen, portavoz de Palacio, quien contestó a las preguntas de los periodistas asegurando que ella no se había fijado en que la heredera se hubiera puesto alguno de sus antiguos trajes de premamá.
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