La sexta nieta de la reina Beatriz, que ocupa el séptimo puesto en la línea de sucesión al trono, recibió al nacer (el pasado 3 de junio), como sus hermanos: Eloísa Sofía (2002) y Claus Casimir (2004), el título de Condesa de Orange-Nassau. Ha sido bautizada con el nombre de Leonore Marie Irene Enrica. Aunque los padres de la pequeña optaron por una celebración eminentemente privada, numerosos curiosos no quisieron desaprovechar la oportunidad de demostrar su cariño a la Familia Real holandesa.
Además de la Familia Real y de un numeroso grupo de amigos, como la princesa Marta Luisa de Noruega (con sus hijas, Maud Angelica y Leah Isadora), cuya asistencia fue toda una sorpresa, estuvo presente también el primer ministro neerlandés, J. P. Balkenende, por tratarse Leonore de una heredera al trono. La ceremonia, oficiada por el reverendo Ewoud C. Roos, contó con un acompañamiento musical que corrió a cargo de la soprano Renate Arends y el coro Residentie Kamerkoor, dirigido por Jos Vermunt.
Los asistentes fueron llegando a la capilla del palacio de Het Loo escalonadamente. Constantino y Laurentien, muy guapa con un elegante vestido rojo, aparecieron con sus hijos: Eloise, Claus Casimir y Leonor (en brazos del príncipe), y los abuelos de los pequeños: la reina Beatriz, que también se decantó por el rojo, y los padres de la princesa Laurentien, Guillermo y Máxima Brinkhorst.
La princesa Máxima, una de las invitadas más aclamadas, ejerció como madrina de la pequeña, junto a Juliana Guillermo. Los otros dos padrinos fueron Marius Brinkhorst, hermano de Laurentien, y el conde Jean-Charles Ullens de Schooten, nieto del príncipe Carl Bernadotte –tío de los reyes Alberto II de Bélgica y Harald V de Noruega–, ambos testigos en la boda de los príncipes Constantino y Laurentien, que tuvo lugar en 2001.
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