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Historia

'PANEUROPA'

Un caserón vasco para acoger a los Habsburgo

En otras ocasiones hemos criticado a Alfonso XIII, por su fortuna levantada desde el Palacio Real, por su huida el 14 de abril –cuando abandonó a su familia y a sus partidarios– y por el trato que dio a sus hijos en el exilio; pero uno de los actos más elogiables de su reinado es el asilo que ofreció a la familia del último emperador de Austria-Hungría. Gracias a él, el recientemente fallecido archiduque Otto pasó seis años en la villa vizcaína de Lequeitio.