Durante el pasado año 2011, gracias a las iniciativas judiciales de la Asociación de Ayuda a víctimas del 11-M y otras, así como a las últimas indagaciones periodísticas llevadas a cabo por los diarios El Mundo y Libertad Digital, hemos podido progresar en el conocimiento de aspectos relacionados con la trama del mayor atentado terrorista de nuestra historia. Siempre, partiendo de la premisa de que la sentencia del único juicio celebrado no explica ninguna de las preguntas que todos nos hicimos y que siguen siendo actuales.
Un elemento esencial de cualquier atentado es el explosivo utilizado y, pese a la sentencia, sigue siendo impedida su identificación, transcurridos casi ocho años del día de autos. En contraposición al 11-M, en el atentado de la T-4, pese a conocerse los autores y contra la adversidad para realizar unas tomas de muestras entre toneladas de escombros para analizar los explosivos, se pudo determinar su naturaleza. Fueron los mismos Tedax y la misma Policía Científica los que obtuvieron resultados tan distintos. ¿No habrá alguna razón inconfesable para que así sea?
Unos peritos independientes de aquella pericial queremos recordar hechos, circunstancias y realidades, relacionadas con nuestras vivencias durante los tres meses y medio, que pasamos trabajando, junto a los peritos oficiales designados por el tribunal que juzgó los atentados de los trenes de cercanías. Nuestra intención no es otra que el poder rememorar públicamente lo que se recogió en el informe pericial emitido por los ocho peritos designados por el tribunal y que no pudo llegar a determinar la naturaleza exacta de la carga explosiva, por no disponer de muestras válidas; en cambio sí dejó patente que no estalló el explosivo que afirmaron con rotundidad.
El objeto de la pericia era determinar la naturaleza del explosivo que explotó en los trenes. Tres años después, en el sumario de Del Olmo y por tanto en el tribunal, no existían resultados analíticos de las muestras tomadas en los focos de explosión que mataron a casi 200 personas e hirieron a casi 2000.
El tribunal presidido por Gómez Bermúdez ordenó realizar una pericia unos días antes de comenzar el juicio de la Casa de Campo. Los trabajos se prolongaron desde febrero hasta mayo de 2007.
A continuación reseñamos algunas de las observaciones que figuran en el informe remitido al tribunal en mayo de 2007. Se trata por tanto de un documento de dominio público:
1- Se recibieron casi cien muestras envueltas en bolsas de plástico, cajas de cartón y otros, al parecer el embalaje normal de la policía. Nadie dudó de la eficacia del mismo. De ellas 23 muestras procedentes de los focos: pocas (dos por foco), poco sustrato (<0,1 g) la muestra mayor. Sin cadena de custodia. Las muestras (clavos, tornillos, piezas de plástico etc.) habían sido lavadas con agua y acetona para su análisis en el laboratorio de Tedax en Canillas. No se recibieron los resultados analíticos de dicho laboratorio ni los líquidos de lavado para un eventual análisis de contraste. Pese a haberlos solicitado en reiteradas ocasiones al Director de la Pericia.
2- Ante la falta de muestras válidas para realizar análisis fiables y reproducibles, se solicitó vía Director de la Pericia, la posibilidad de tomar muestras de los distintos focos, en los puntos de explosión de los vagones de los trenes. Verbalmente se nos comentó, habían sido destruidos en una Fundición. “Ha sido imposible tomar unas muestras”.
3- Se reiteró la necesidad de poder disponer de muestras, sin lavar, procedentes de los focos, prendas, objetos personales de las víctimas etc. y que pudieran estar en posesión de los familiares. La intención era la de poder disponer de muestras fiables sobre las que poder realizar otras pruebas analíticas. El silencio fue la respuesta a nuestra petición. Hoy sabemos por declaración de testigos en el juzgado nº 43 de la Audiencia de Madrid que los Tedax de la Brigada Provincial tomaron muestras en calidad y número y que fueron entregadas a la Unidad Central de Tedax de Canillas. Respecto a las prendas personales también hay una declaración en sede judicial de la forense Carmen Baladía.
4- Las muestras de los focos contenían un explosivo inexistente en la Goma 2ECO, el dinitrotolueno (DNT). Este resultado fue la razón para tomar la decisión de repetir análisis y realizar ensayos complementarios, lo que contribuyó a que la pericia se dilatara en el tiempo.
5- La muestra referenciada como M-1 (polvo de extintor), procedente del foco nº 3 de la estación de El Pozo, contenía nitroglicerina (NG) y DNT. Estos dos explosivos la identificaban más con una muestra de Titadyn, procedente del alijo de Cañaveras, presentada formalmente por los dos peritos de la Guardia Civil (ésta con cadena de custodia) y la diferenciaban de la Goma 2ECO; muestra presentada por la Policía Científica y suministrada por Maxam, fabricante de dicha goma. Esta muestra era la única no lavada.
6- Para aceptar el resultado positivo de la nitroglicerina en la muestra anterior fue necesario realizar seis análisis con diferentes equipos y en diferentes condiciones experimentales. El Director de la Pericia impuso su criterio frente al resto de los peritos.
Los trabajos fueron grabados permanentemente salvo una noche que hubo un corte de corriente. Aún quedan casi la totalidad de grabaciones por ver, sobre todo, después de la detección de NG en la muestra M-1.
La narración de los hechos nos sugiere algunas observaciones al respecto:
a) Con las muestras recibidas era imposible realizar una pericial exhaustiva y con resultados reproducibles.b) Los medios utilizados y la disposición de los peritos profesionales fueron adecuadas.c) La aparición de los componentes explosivos como la nitroglicerina y el dinitrotolueno originaron un cambio radical de actitud por parte de los peritos policiales.d) Para más detalles convendría visionar las grabaciones de ciertos hitos ocurridos durante la pericia.e) Una auditoria independiente a esta pericia nos permitiría poner en evidencia las fortalezas y debilidades de la misma.
Junto al Sr. Moris, firman este artículo don Carlos Romero y don Jesús Guardiola, peritos de parte en la Pericial de Explosivos del juicio por los atentados del 11-M.