Esta semana se cumplió el 25º aniversario del histórico discurso del presidente Reagan en la Puerta de Brandeburgo de Berlín. Sin atender a las objeciones de los consejeros que pensaban que el texto era demasiado provocativo, el presidente Reagan realizó una impresionante petición:
Hay una señal que los soviéticos pueden hacer que sería inequívoca, que promovería de manera espectacular la causa de la libertad y de la paz. Secretario General Gorbachov, si busca Ud. la paz, si busca Ud. la prosperidad de la Unión Soviética y de Europa Oriental, si busca Ud. la liberalización, venga aquí hasta esta puerta. Sr. Gorbachov, abra esta puerta. Sr. Gorbachov...Sr. Gorbachov, ¡derribe este muro!
En su discurso, Reagan habló sobre de la necesidad de derribar algo más que simplemente esa barrera física para la libertad:
En Alemania Occidental y aquí en Berlín, tuvo lugar un milagro económico, el Wirtschaftswunder. Adenauer, Erhard, Reuter y otros líderes comprendieron la importancia práctica de la libertad: que así como la verdad sólo puede florecer cuando al periodista se le da libertad de expresión, del mismo modo la prosperidad sólo puede llegar cuando el granjero y el empresario disfrutan de libertad económica. Los líderes alemanes redujeron las tarifas, extendieron el libre comercio y bajaron los impuestos. Sólo desde 1950 hasta 1960, el nivel de vida en Alemania Occidental y Berlín se duplicó.
Durante más de una década, la Fundación Heritage, en colaboración con The Wall Street Journal, ha seguido la marcha de la libertad económica en el mundo con el influyente Índice de Libertad Económica. La realidad reivindica la declaración de 1987 del presidente Reagan. "Tras estas cuatro décadas, por tanto, aparece ante todo el mundo una gran e ineludible conclusión: la libertad lleva a la prosperidad. La libertad reemplaza los antiguos odios entre las naciones con el respeto mutuo y la paz. La libertad es la vencedora".